Bendito Puente
Por Hugo Lynn Almada
Qué falta nos hacía el puente. Desde los últimos meses ya no veíamos llegar la hora. El enfado de tener que soportar las tediosas horas de espera para poder cruzar de un extremo a otro llega a su fin.
Y es que este ha sido un año difícil que podemos terminar gustosos de ver que no hay plazo que no se cumpla, aunque a decir verdad este plazo se cumple con rapidez. O será que mientras uno se hace más viejo el tiempo pasa más rápidamente.
El tránsito ha sido lento, y las vicisitudes muchas. En este periodo sin puente el trabajo se hizo más pesado. Saber que hay que llegar al punto de conflicto, ir al trabajo, y hacer frente al aburrimiento nos mantenía en tensión antes de salir de casa.
No habrá más espera, ya no tendremos que enfrentarnos a la parsimoniosa lentitud que nos hace pensar que no avanzamos, ni un minuto más de la terrible rutina de esperar nuestro turno para pasar.
Y es que, aunque ya refresca muchas horas al día, tener que soportar la falta del puente bajo el rayo del sol era verdaderamente un sacrificio al que por fin se le ve desenlace.
Bendecidos aquellos que no les hacía falta el puente, pero a quienes lo veíamos como cosa lejana y ahora lo vemos materialmente realizado estamos más que agradecidos. Conozco a algunos que la falta del famoso puente les daba lo mismo: lo que sucede es que no tienen responsabilidades que enfrentar, su vida cotidiana no los lleva más allá de su colonia, pero cuando la vida se te va en ir y venir, salir a la calle, y enfrentarte a baches, camioneros y automovilistas descorteses, la urgencia por el dichoso puente en verdad que se convertía en una fijación.
Por eso agradezco encarecidamente a quienes hicieron posible el puente:
Gracias virgencita de Guadalupe por presentártele a San Juan Dieguito el 12 de diciembre. Gracias niñito Dios por haber venido al mundo un 24 de diciembre. Millones de Gracias a Melchor, Gaspar y Baltazar por haberse presentado a entregar sus regalos al niño Dios el 6 de enero. Sin el apoyo de todos ustedes nunca hubiera sido posible el bendito puente Guadalupe-Reyes.
Manchón Penal
Además también es de agradecerse la apertura del puente Ameca. También ese era urgente.