Zona Chica

* Eficientes

Por Hugo Lynn Almada

Hace una década que El Chapo Guzmán se escapó de Puente Grande y es hora que “nadie” sabe dónde se encuentra. Hay decenas de mitos geniales acerca del famoso gánster. Dicen en redes sociales que el narcotraficante gusta de pavonearse en lugares públicos, cerrar restaurantes y antros y pagar la cuenta de todos los que ahí se encuentren.

Hace unas semanas, en el Congreso de la Unión, se desaforó al diputado Julio César Godoy Toscano para que las autoridades pudieran proceder en su contra. El legislador es acusado de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y crimen organizado. Ahí estuvo durante meses sentado en una curul. Ingresó al recinto legislativo y casualmente nadie lo vio. Le alcanzó la desvergüenza para rendir protesta como diputado y hoy, nadie sabe dónde está.

Un año tardaron las autoridades en detener a “El JJ”, acusado de narcotráfico y agresión con arma de fuego en contra de Salvador Cabañas. Su retrato se difundió por medios de comunicación y el fulano se paseaba a gusto por el Estado de México donde delinquía a sus anchas. El delincuente traía buenos carros, buena ropa y buenas viejas… a nadie le llamaba la atención, hasta que su hembra en turno lo delató “sin querer queriendo” en Facebook.

Hace un mes una morrita quintanarroense, que gusta de asistir a antros y escaparse a hoteles con compañeros de ocasión (a pesar de no tener la mayoría de edad), acusó a un cantante de negro futuro de haberla “violado””. Dijo que estaba en el antro y que aceptó irse al hotel con el artista y que allá, en la privacidad de un cuarto de hotel “abusó de ella”. Ayer las autoridades giraron orden de aprehensión contra el moreno y ayer mismo lo agarraron en Estados Unidos. Qué eficientes.

Ojalá así fueran de buenos para hacer “justicia” en todos los casos, Aquí en Vallarta seguimos llorando la muerte de una madre y su hija asesinadas por “Pepe Muelas”; la comunidad estudiantil sigue llorando la muerte de uno de los suyos, asesinado a sangre fría el año pasado de una puñalada; en el País, 360 familias siguen esperando justicia por el asesinato de sus seres queridos a manos de criminales y autoridades. Ojalá que la justicia siempre fuera tan expedita, como en el caso de Kalimba.

MANCHÓN PENAL

Y por cierto. Ojalá así actuaran de rápido contra otro negro acusado de delincuente. Para más pistas se llama Javier y se apellida Bravo.

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