*Olas Altas, Los Muertos y Conchas Chinas, resienten cada vez más, la presencia de personas que viven de la mendicidad…
Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
La zona de Olas Altas, se está convirtiendo al sur del puerto, en un refugio de vagos.
En los dos últimos 2 años, las quejas son constantes porque en diversas calles, se observa a jóvenes que usan la banqueta como dormitorio.
Y las playas, lugares comunes para dormir.
Así lo refieren vecinos, comerciantes y hoteleros de la zona, quienes advierten esta situación, se ha convertido en un incentivo más, para que aumente la delincuencia de manera preocupante.
Para varios de los moradores en esta colonia, es lamentable pues el detonante de la visita de turistas nacionales e internacionales recientemente, marca una diferencia con el resto de la actividad económica del puerto.
Por lo menos para la zona centro, que actualmente tiene todavía una recesión en cuanto a su economía.
El punto detonante ha sido, la zona de Los Muertos, la parte romántica del puerto y Olas Altas, así como Conchas Chinas.
Sin embargo, por esta misma razón, han estado llegando jóvenes procedentes de otras partes del país, con el objetivo de buscar un asentamiento común y a la espera de oportunidades de empleo, el cual no consiguen.
Muchas de estas personas, carecen de los documentos mínimos indispensables para poder trabajar.
De esta manera, el comercio y actividades informales, son el pan de cada día.
Al tratarse de personas que llegan con muy pocas condiciones económicas, carecen de vivienda o de recursos para rentar un departamento, con alta valía en esta zona.
De tal suerte que, muchos de estos personajes optan por tomar las calles, vía pública y las playas como un lugar para dormir de noche.
En más de una ocasión, la zona de Olas Altas también se utiliza como lugar para vivir y dormir de noche.
Hay quienes usan hasta tendederos en la playa, ante la vista de locales y los visitantes asiduos a estos lugares.
Pero también, estas zonas son frecuentadas por vagos y gente que no tiene nada que hacer, los cuales viven de las dádivas, lo que rescatan de los botes de basura y la limosna.