El experto del servicio de Oncología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) del IMSS en Jalisco, Carlos Ronquillo Carreón, indicó que tabaquismo y obesidad son detonantes importantes para el desarrollo de cáncer renal.
Manifestó que si ambas condiciones coexisten, la probabilidad de presentar la enfermedad es de 60%, “el tabaquismo por sí sólo incrementa en 40% el riesgo de presentar este tipo de cáncer, mientras que la obesidad sube el riesgo en 20%”.
Señaló que este cáncer se ubica entre octavo y noveno lugar como motivo de consulta en dicho servicio y su incidencia es mayor en varones que rebasan los 40 años de edad en proporción de tres a uno, en comparación con las mujeres.
Detalló que la combustión de tabaco libera cientos de sustancias químicas potencialmente cancerígenas, de ahí que a mayor tiempo de contacto, mayor el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer, mientras la obesidad produce cambios hormonales que pueden conducir al carcinoma de células renales.
Comentó que aún cuando no es de los principales motivos de atención oncológica, el cáncer renal tiene alto índice de mortalidad debido a que el paciente suele llegar al especialista cuando la patología avanzó e inclusive invadió otros órganos y sistemas (metástasis).
Explicó que en general son afecciones que se extienden a nivel de los huesos (metástasis óseas) las que tras un rastreo permiten determinar que el tumor primario se originó en el riñón y con el tiempo invadió huesos y otros órganos y sistemas, “por lo que es muy poco lo que se puede hacer en estos casos”.
Mencionó que como ocurre con otras formas de cáncer, captado y atendido a tiempo, un paciente con cáncer de riñón tiene una sobrevida por arriba de 90% a cinco años, “la situación cambia si el tratamiento se inicia cuando el cáncer ha avanzado, reduce las posibilidades de sobrevida a apenas a 25% a cinco años”.
Agregó que sangrado en la orina (hematuria), así como la aparición de un bulto en la región abdominal, dolor en los costados del cuerpo, sin omitir la pérdida de apetito y de peso, son los principales síntomas del cáncer de riñón.
Agregó que también puede dispararse por consumo no supervisado y frecuente de medicamentos contra dolor (analgésicos).
Subrayó que muchos de los detonantes de este cáncer en particular son modificables, “evitar el tabaquismo, hacer ejercicio y alimentarse sanamente para conservar un peso saludable, y no auto medicarse contra el dolor, constituyen importantes herramientas preventivas”.
Puntualizó que ante los síntomas es vital buscar atención médica especializada, “ya que captado a tiempo, el cáncer de riñón tiene un mejor pronóstico”.