Sismo en Baja California

AP/Exonline.com/Sin luz, agua, telefonía fija ni celular, Mexicali pasa la noche son sus habitantes reunidos en plazas públicas enfrentando las réplicas del sismo de 7.2 grados que padeció esta tarde de domingo 04 de abril del 2010, además de que ya se confirmó la muerte de una persona.

Uno de los terremotos más fuertes en décadas en el noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos dejó el domingo dos muertos y varias personas atrapadas en el lado mexicano, tras alarmar a millones de personas, sacudir edificios en Los Angeles, Phoenix y Las Vegas y causar algunos daños materiales.

El terremoto de magnitud 7,2 mató a un hombre cuya casa cayó en las afueras de la ciudad fronteriza de Mexicali, capital del estado noroccidental de Baja California, donde también se derrumbó un estacionamiento, dijeron autoridades mexicanas.

El sismo de las 3:40 de la tarde, el más fuerte en casi 18 años en la región, tuvo su epicentro a unos 30 kilómetros (19 millas) al sureste de esa ciudad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS en inglés). En la hora que siguió, hubo réplicas de magnitud 5,1, 4,5 y 4,3.

Podría haber más gente atrapada en casas que se derrumbaron en Mexicali, por lo que equipos de rescate con perros y maquinarias para excavaciones se dirigían hacia allí desde la vecina Tijuana, dijo el director de Protección Civil del estado, Alfredo Escobedo.

«En este momento parece que lo sintieron al menos 20 millones de personas», dijo la sismóloga Lucy Jones. «La mayor parte del sur de California sintió este terremoto».

El estacionamiento de la alcaldía de Mexicali, una ciudad fronteriza de gran actividad comercial, se derrumbó sin causar víctimas, dijo Escobedo.

En la zona vieja de Calexico, al otro lado de la frontera en California, se registraron daños considerables, dijo el jefe de bomberos Peter Mercado al canal KABC-TV en Los Angeles. Algunos edificios habían sufrido daños y había ventanas rotas, fugas de gas y daños al sistema de suministro de agua, agregó. No se habían reportado heridos.

El temblor se sintió durante unos 40 segundos en Tijuana e hizo que los edificios se mecieran, mientras que varias partes de la ciudad se quedaban sin electricidad. Las familias salieron corriendo de sus casas y se podía ver a niños llorando en las calles.

Los bomberos rescataron a un grupo de personas atrapadas en el ascensor del Hotel Ticuan, en el centro de Tijuana, dijo el jefe de Bomberos Rafael Carrillo. También hubo reportes de elevadores atascados en edificios en Estados Unidos.

«Tomé a mis niños y dije: ‘Vamos afuera, apúrense», contó Elizabeth Álvarez, de 54 años, que dijo que estaba a punto de salir de su casa en un barrio del este de Tijuana cuando ocurrió el temblor.

Cientos de personas escaparon de las playas de Tijuana por temor a que ocurriera un tsunami, dijo el capitán Juan Manuel Hernández, jefe del servicio de rescate acuático del departamento de Bomberos.

Expertos indicaron rápidamente que no se esperaba un maremoto y Hernández dijo que las playas volvieron a llenarse una hora después del temblor.

La zona había sufrido temblores de magnitud 3,0 toda la semana.

«Había pasado bastante tiempo desde que tuvimos un terremoto de esta magnitud», dijo Jones, la sismóloga. «La última vez que hubo un temblor tan fuerte en Baja California o en California fue en 1992 y tuvo 7,3 grados».

El movimiento telúrico se sintió hasta Phoenix, Arizona, y en Santa Bárbara, en el norte de California, dijo otra sismóloga, Susan Potter.

En la parte oeste de Los Angeles y en el Valle de San Fernando se sacudieron edificios y las cenas de Pascua de muchas familias quedaron interrumpidas.

En San Diego, se reportaron ventanas y tuberías de gas y agua rotas, aunque no había reportes de heridos, dijo el vocero del Departamento de Rescate y Bomberos, Maurice Luque.

Hubo breves cortes de electricidad que afectaron a unos 3 mil usuarios en la zona de Yuma, en Arizona, y más de 5 mil en el sur de California.

En la zona de Phoenix, Jacqueline Land sintió que su cama de dos plazas se movía en su apartamento del segundo piso como si se tratara de un bote en el agua.

«Pensé: Esto no puede ser un terremoto, estoy en Arizona», dijo Land.

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