El 29 de marzo de 2012, la policía de Sonora arrestó en Nacozari a siete miembros de una familia para investigarlos por su presunta responsabilidad en el sacrificio de dos menores de 10 años de edad, y una mujer de 55, eventos ocurridos en un lapso de cerca de tres años.
La Procuraduría de Defensa del Menor y la Familia en Sonora tiene bajo resguardo a tres menores de edad que son hijos de mujeres presuntamente involucrados en los asesinatos de la pandilla que adoraba a la Santa Muerte en Nacozari, Sonora.
El titular de la dependencia, Francisco Javier Izaguirre, dijo que se trata de tres menores: una niña de 1 año, y dos menores de 2 y 5 años.
Izaguirre no precisó los nombres de las madres de los niños y si ellas están directamente involucradas en los tres crímenes,
El 29 de marzo de 2012, la policía de Sonora arrestó en Nacozari a siete miembros de una familia para investigarlos por su presunta responsabilidad en el sacrificio de dos menores de 10 años de edad, y una mujer de 55, eventos ocurridos en un lapso de cerca de tres años.
Entre los arrestados están Zoila, Francisca y Georgina, 26, 21 y 20 años, hijas de Silvia Meraz, también arrestada, a quien el gobierno le atribuye el liderazgo de la secta que operaba en el pueblo minero situado a 200 kilómetros de Hermosillo.
Izaguirre dijo que los menores fueron albergados en una casa hogar de esta capital y que la custodia legal está a cargo de la oficina de Desarrollo Integral de la Familia del gobierno estatal.
El funcionario no reveló el nombre de los infantes ni la identidad de sus madres.
Refirió además que hay otros niños miembros de la familia, pero que hasta ahora los investigadores no han determinado si los padres participaban en la secta.
Por su lado, el Secretario de Seguridad Pública, Ernesto Munro Palacios, confirmó que la cuarta hija de Silvia, Yahaira, de 15 años de edad, está recluida en el Instituto de Tratamiento de Aplicación de Medidas para Menores (Itama), donde el cuerpo de siquiatras y sicólogos realiza los estudios correspondientes.
Ella a dicho a los especialistas que desde muy pequeña participaba en los ritos familiares del culto a la Santa Muerte «para ella los rituales eran normales», dijo el jefe de la seguridad en Sonora.
«Ella está tranquila…está tranquilícima», describió Munro sobre el estado emocional de la adolescente quien, de acuerdo a la versión del jefe de la policía de Nacozari, Jose Miguel Espinoza Osuna, fue quien degolló y apuñaló treinta veces su sobrino en julio de 2009.
En esa época, Yahaira tenía trece años de edad. Munro dijo que desde muy chica, la menor participa en los ritos que encabezaba su madre, Silvia Meraz, y su pareja sentimental, Eduardo Sánchez.