- Hace un año el pueblo entregó un oficio al presidente municipal, Héctor Paniagua Salazar y regidores, solicitando su intervención para que los accesos a las playas Minitas, Los Venados y Atracadero, se abrieran luego de que fueron cerrados por el FIBBA en el 2008, desde entonces la economía del pueblo se vino abajo, pero es fecha de que no han recibido respuesta
Por Paty Aguilar
Fue en el año 2008, cuando el FIBBA, luego de llegar a un acuerdo con el Ejido de Sayulita, entonces presidido por Rodrigo Peña, vendieron al Desarrollo Turístico Lo de Marcos, representado por Héctor Ramón Flores Ibarra, los predios aledaños a las playas de Las Minitas y Los Venados, por ello, se expidió una escritura pública número 12,933 por parte del Notario público, Teodoro Ramírez Valenzuela, por tal motivo, estos terrenos fueron circulados, pero también se apropiaron de los accesos a estas playas de donde fueron desalojados los restauranteros y vendedores de artesanías, truncando con ello la economía de todo el pueblo de Lo de Marcos que ahora sufre las consecuencias que en aquel entonces la autoridad estatal y municipal no previeron o simplemente no les importó.
En aquel entonces, llegaban miles de turistas y lugareños a disfrutar de unas de las playas más hermosas de la costa nayarita, Las Minitas y Los venados, con lo cual, los pobladores mantenían una economía excelente porque la derrama económica llegaba a todas estas familias, pero también a las familias de la comunidad de Ursulo Galván, así como a guías de turistas, taxistas y un sinnúmero de personas que de manera indirecta vivían de este turismo que súbitamente terminó.
Hoy este pueblo luce desolado, hay negocios en quiebra, casas en venta, angustia y desolación en la mayoría de las familias porque al cerrar estas playas, se acabó literalmente su forma de vida. En un intento desesperado por revertir esta situación, hace un año los pobladores decidieron solicitar el apoyo del alcalde, Héctor Paniagua Salazar y los regidores de este VII Ayuntamiento, para que estas playas fueran liberadas, sin embargo, ya pasó un año y el escrito entregado con poco más de 200 firmas, no tuvo respuesta.
Con fecha tres de febrero 2010, el Síndico Municipal, profesor, Daniel Briseño, recibió el documento signado por poco más de 200 habitantes del pueblo de Lo de Marcos, en el cual detallan los hechos que llevaron a que el FIBBA cerrara el acceso a la Playa de las Minitas, lugar visitado entonces, por miles de turistas casi durante todo el año lo que garantizaba la movilidad económica de casi el 90 por ciento de esta comunidad donde habitan casi 2000 personas. En dicho documento piden al alcalde, Héctor Paniagua Salazar y regidores su intervención para abrir estos accesos y con ello reactivar su economía, es el caso, que a un año de esta solicitud, no han tenido respuesta.
Dan a conocer en dicho escrito que con fecha 7 de octubre 2003, bajo oficio emitido por el ingeniero, Amado Rubio Castañeda, delegado fiduciario especial y director general del Fideicomiso Bahía de Banderas, FIBBA, notificó a los ejidatarios que, de acuerdo a la reunión del Comité Técnico de Fideicomiso celebrada el 17 de junio 2003, se acordó destinar la playa Las Minitas como playa popular. Sin embargo, en el 2008 el FIBBA vendió los predios aledaños a estas playas y los nuevos dueños se apropiaron también de los accesos a la playa establecidos en el Plan de Desarrollo Urbano.
Ante esta situación, con el oficio 138.01.02/2826/08 de fecha 16 de julio 2008, el delegado estatal de entonces de la SEMARNAT, Armando Zepeda Carrillo, dirigido a Pedro Álvarez Hormaeche, delegado especial y director del FIBBA, le solicita su intervención para que con fundamento en la legislación aplicable al caso, provea lo necesario para dejar libre los accesos a las playas.
Ante la falta de atención al oficio anterior, nuevamente la SEMARNAT emite otro oficio a la misma persona y en el mismo sentido con fecha 1 de octubre 2008. Asimismo, también el delegado estatal de la PROFEPA, mediante un oficio exhorta a Pedro Álvarez Hormaeche, director del FIBBA, permita el acceso a las playas antes mencionadas bajo el argumento de que el desarrollo turístico y económico de las zonas costeras, se incluya de manera primordial las variables social y ambiental, a fin de generar un turismo incluyente.
A los anteriores oficios, el director del FIBBA hizo caso omiso. Por otra parte, se da cuenta de otro oficio de fecha 10 de septiembre expedido por el propio Secretario del VII Ayuntamiento, donde se hace constar y certifica que de acuerdo al Plan de Desarrollo Urbano vigente, tanto la playa de Las Minitas como la de los Venados y Atracadero están consideradas como ventanas al mar.
Hoy nuevamente, los pobladores hacen un llamado a la autoridad municipal para que con sus facultades revierta esta arbitrariedad que con el paso de estos tres años, la economía del poblado de Lo de Marcos prácticamente desapareció “no hay dinero para pagar impuestos de predial, licencias municipales, permisos federales, no hay dinero, apenas para subsistir” comentaron algunos pobladores, ya que los habitantes de este poblado ahora tienen que trabajar lejos de su comunidad, los comercios prácticamente no tienen ventas y los hoteles y bungalows, no tienen huéspedes, y cuando hay son esporádicos, por tal motivo, ya han cerrado algunos de ellos.
Y para terminar con la economía de este poblado y su único lugar de esparcimiento, su plaza pública, al inicio de esta administración de Héctor Paniagua Salazar, se destruyó y arrancaron los árboles de la plaza para suplirla por una placa de concreto donde nadie la puede visitar durante el día porque carece de sombras naturales que antes eran el orgullo de los pobladores.
Día a día este pueblo antes lleno de vida y bullicio, parece que está destinado a morir, pero no por la decisión de los pobladores, sino por las autoridades estatales y municipales, así como por el FIBBA y el Ejido de Sayulita que hicieron caso omiso a la debacle económica que se avecinaba con la venta de estos predios, que por cierto, cada ejidatario recibió 93 mil pesos por dicha venta.
Cabe mencionar finalmente, que se vendieron 50 hectáreas de terreno a 104 pesos el metro cuadrado.