CUERNAVACA, 8 de marzo.- Organizaciones criminales que operan en Morelos dejaron cuatro cadáveres desmembrados en una zona céntrica de Cuernavaca.
De acuerdo con los primeros informes, las cuatro personas asesinadas son menores y sus edades van de 13 a 17 años.
Los cadáveres estaban en ocho bolsas, y las víctimas al parecer habían sido ‘levantadas’ desde el pasado lunes al salir de la escuela, unos, y otros en su domicilio. Tres de los cuatro menores ejecutados son estudiantes de carreras técnicas, mientras que el más pequeño, de 13 años, de secundaria.
Los cuerpos aparecieron alrededor de las seis de la mañana en la calle El Prado de la Colonia La Pradera, justo frente a la discoteca Barba Azul, y en el sitio fue dejado un mensaje por medio del cual se amenaza a dos personas más.
Los menores tenían su domicilio en la colonia Alta Vista, donde la madrugada del lunes se registró una de las tres balaceras que dejaron como saldo 11 personas heridas.
Fueron identificadas las víctimas como Rembrandt Alejandro Catalán, de 17 años; Lenin Eduardo Sánchez, de 17; Brian Gómez Bustos, de 16, y Brandon Contreras, de 13.
Dos de los menores al parecer fueron sacados de su escuela cuando se encontraban en clases, pero ninguna autoridad educativa denunció, mientras que los otros dos fueron plagiados en su propio domicilio.
Los padres de los menores reclamaron esta misma mañana los cadáveres, después de que aparecieron sin vida, tras las operaciones que la delincuencia organizada despliega en la entidad.
Enfrentamiento deja un muerto
En tanto, un enfrentamiento entre policías y ladrones dejó como saldo una persona muerta, cuando los criminales enfrentaron a los agentes policiacos en uno de los almacenes de la empresa Cementera Moctezuma, cuando intentaban robar rollos de cobre.
Tras rodearlos, los agentes les pidieron que se entregaran pero varios de los sujetos estaban armados y abrieron fuego contra los policías, en la refriega uno de los criminales cayó y fue identificado como Carlos “N”.
El cadáver quedó en un camino de terracería, a un costado de la empresa cementera, donde los abandonaron sus cómplices después de que iba gravemente herido.