Bahía de Banderas
En muy poco tiempo jóvenes deportistas de Bahía de Banderas han dado resultados muy positivos al deporte, sobre todo en karate y en boxeo, así lo reconoció el presidente Héctor Paniagua al recibir en su despacho a Feliciano Castillo Arreola y a Juan Carlos Torres Acosta, ganadores de medalla de oro y de plata respectivamente, en los recientes Juegos Olímpicos Nacionales en la ciudad de Guadalajara.
Juan Carlos es un joven “veterano”, pues ha participado en variaos eventos en su especialidad. Pero además es un joven que busca superarse en este difícil deporte y aspira a mucho más, preparándose al lado de los mejores maestros.
Su premio por parte del gobierno que encabeza el Contador Héctor Paniagua, es un viaje a Filadelfia para asistir a un campamento de alto rendimiento con el maestro Kasaki, que viaja desde Japón cada año, para ofrecer sus conocimientos a todo mundo.
Juan Carlos explicó al presidente Paniagua de quien se trata y asistir a un campamento con este maestro, es para los karatecas ampliar sus conocimientos. Este deporte está en constante evolución y Kasaki es uno de los más grandes maestros.
Juan Carlos Acosta vive en Bucerías y es hijo de la maestra Socorro, delegada del ayuntamiento en este lugar, quien con seguridad está orgullosa de su hijo.
Valor y humildad
Feliciano Castillo es igualmente un valor de mucho brillo en el boxeo y producto de la excelencia del maestro cubano Rodolfo Estévez.
En muy poco tiempo, con la dedicación de Feliciano, se ha logrado una medalla de oro, pero para conseguirla ha superado a cuatro rivales de mucha calidad, entre otros al campeón nacional de su peso, 81 kilos, que era amplio favorito.
Frente al presidente Paniagua, Feliciano narró esa pelea. “En el primer round, me dio seguidillos que me aturdieron, al terminar el round, le pregunte a Rodolfo que hacer. Me respondió que había perdido el round 6-0, pero que tenía que atacar, pues no era gran cosa como peleador… Me mintió, pues se trataba del campeón nacional, pero yo no lo sabía”.
“Salí al segundo round más confiado y le di con fuerza, sangró de nariz y boca y sentí que lo tenía en mis manos. Dos veces intervino el réferi para contarle y a la tercera, suspendió la pelea y me dio el triunfo por nocaut técnico en dos rounds”.
Rodolfo Estévez, orgulloso, asistió a su peleador en esta narración y sonreía contento porque en efecto, ocultó que el rival era el campeón nacional, precisamente para dar confianza a su muchacho y le dio muy buen resultado.
Esta fue la pelea en la que se enfiló a la medalla de oro que lo pone en la selección nacional que buscará un lugar en los Juegos Panamericanos en Guadalajara.
Rodolfo Estévez no permitió que Feliciano Castillo se concentre en la ciudad de México. Consiguió que se quede en Bahía de Banderas para continuar preparándose aquí.
Piensa en la familia
Feliciano Castillo con los pies en el suelo, sabe que esto, su carrera como boxeador aficionado, apenas empieza y tiene rasgos de humildad, pues cuando el presidente Paniagua le preguntó que es lo que más deseaba como premio, con titubeos le dijo que su familia aspiraba a tener un terreno donde construir una casita.
Su papá, que es taxista, paga renta desde hace cinco años que llegaron a Bahía de Banderas.
El presidente prometió dar como premio, parte del enganche para un terreno en las colonias que promueve el regidor y maestro Martín Estrada y además, le regaló cinco mil pesos. Esto lleno de alegría a Feliciano Castillo Arreola, quien ha encontrado en el boxeo un deporte que le puede dar fama y dinero… Siempre y cuando mantenga la misma dedicación que lo ha llevado a ganar el oro en los Juegos Olímpicos Nacionales.