XALAPA, 1 de febrero.- “Por qué nos tuvo que tocar a nosotros, siendo que jamás hemos tenido enemistades de ninguna índole”, se pregunta Pedro Mávil, un padre de familia que está moviendo el cielo y la tierra para encontrar a su hija Gemma, secuestrada el 3 de mayo de 2011.
En este caso ocurrieron hechos sospechosos, porque uno de los secuestradores murió luego de haber sido detenido por la Agencia Veracruzana de Investigaciones, y era padre de un agente de tránsito en cuyo auto fue plagiada Gemma.
Don Pedro, con cierta desconfianza, narró su desventura y la de su familia.
Gemma Mávil Hernández, de 29 años, administradora de profesión, recibió una llamada para acudir a una entrevista de trabajo en la ciudad de Xalapa.
“Me dice, ‘papá, fíjate que me acaban de hablar unas personas sobre un trabajo’. En días anteriores se había dedicado a buscar empleo. Me dijo: ‘Déjame 50 pesos para ir a Xalapa’. Eso fue como a las 10:30 de la mañana”, relató lo ocurrido durante la mañana del 3 de mayo del año pasado.
Hacia las 13:30 horas, el señor Mávil recibió una llamada en su domicilio; era una mujer que le dijo que tenían secuestrada a Gemma.
“Yo pensé que era una broma y le dije que dejaran de hacer esas bromas. Pensé que era algo de extorsión. Entonces la mujer colgó. Me inquietó y le llamé a mi hijo para comentarle.”
Las llamadas se realizaron desde el teléfono celular de Gemma. También se comunicaron con el hermano de Gemma y ambos demandaron escuchar la voz de la joven, pero dudaban de que la voz que les hacían oír fuera de ella.
“Yo me sentía mal. Andaba flotando en el aire, sentí una sensación de amargura.”
El padre de familia sabía que no podría hacer mucho porque él no tiene recursos, presta servicios de contador y sus clientes son modestos.
“Pienso que todo esto se debió a una mera confusión.”
Ante la incertidumbre, el señor Pedro Mávil y su hijo fueron a Xalapa a tratar de averiguar dónde andaba su hija.
Llamaron a su celular y no había respuesta.
Una cuñada les dijo que le llamaron y que escuchó a Gemma, y que estaba secuestrada.
Los secuestradores hablaron con varios familiares y llegaron a demandar que el dinero que pedían, un millón de pesos, se los diera uno de los clientes del señor Mávil.
Ante la angustia, acudió a la Procuraduría General de Justicia y lo turnaron a la Unidad Especializada de Combate al Secuestro.
Capturan a dos
El 4 de mayo, un día después del secuestro, los familiares de Gemma comenzaron a reunir dinero y los captores les dieron tiempo.
Las autoridades les indicaron que se percibía que no eran profesionales y eran de la zona, por la forma en que dieron órdenes para llevar el dinero al parque de Los Berros.
Para la entrega, apenas 38 mil pesos, se montó un operativo para capturar a los delincuentes en el momento en que intentaran recoger las bolsas que dejaría el hermano menor de Gemma.
La policía detuvo a los secuestradores, los llevaron a la sede de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) y, durante el interrogatorio, Efrén Landa Méndez, uno de los presuntos delincuentes, murió de un infarto, según el acta de defunción.
Ismael Sánchez Martínez, el segundo detenido, continúa preso y sus declaraciones no han servido de mucho para dar con el resto de la banda.
En la prueba de rodizonato de sodio se detectó que usó un arma de fuego.
“Él (el detenido) hizo un señalamiento de un tercero, y dijo que esa persona, José Julián Hernández, y el difunto, se llevaron a Gemma y la subieron al coche. Ellos se la llevaron, pero Ismael dijo que no sabía más”.
Dijo que José Julián Hernández es albañil y extorsionaba a parejas en los parques.
Efrén Landa era agente jubilado de Tránsito.
En la Unidad Especializada, narró don Pedro Mávil, atendían junto con el caso de su hija 53 secuestros más ocurridos entre mayo y junio del año pasado, así se lo comentaron policías adscritos a la investigación.
“Me comentaba el comandante Guillermo Vargas que iban ya 53 secuestros en dos meses. Me decía el comandante: ‘Yo no voy a tapar el sol con un dedo, realmente el trabajo ya nos está rebasando porque tengo pocos elementos’”, recordó el señor Pedro.
La clave es un agente
Conforme pasó el tiempo se fue diluyendo el interés de las autoridades y las llamadas continuaron, se realizaron desde casetas telefónicas del centro de Xalapa.
“En nosotros ha ido creciendo la desesperación, el dolor, la incertidumbre, la impotencia y nos hemos abocado a la oración.”
Gemma ya tiene nueve meses secuestrada.
“La autoridad ha sido rebasada al mil por ciento. Los delitos han crecido de una forma que jamás nos imaginamos. Hay muchas deficiencias en lo material, económico y en lo intelectual, porque no emplean estrategias adecuadas para dar con el paradero de mi hija.
“En lo económico no había recursos para implementar operativos y no hubo interés de buscar a mi hija.”
Dijo que hasta 2011 Gemma Mávil Hernández no estaba incluida en la lista de desaparecidos, el auto en donde se llevaron a la joven está a nombre del hijo del presunto delincuente fallecido y no se le consideró sospechoso.
“El hijo (de Efrén Landa Méndez) es agente de Tránsito y en una ocasión nos siguió en la patrulla número 61 casi hasta Coatepec, nunca nos dijeron si él participó.
Lo estuvieron vigilando un tiempo, pero no le vieron nada sospechoso.”
El detenido, Ismael Sánchez Martínez, fue clasificado como mandadero de los autores intelectuales del secuestro y hasta el momento no hay avances respecto de qué pasó con Gemma.