GINEBRA, 14 de marzo.- Veintiocho personas murieron cuando un autobús turístico que transportaba a escolares belgas de regreso de una excursión para esquiar se estrelló contra un muro en un túnel de Suiza, dijo la policía el miércoles.
El Gobierno belga decretó hoy un día de luto por el accidente.
Otros 24 estudiantes fueron hospitalizados, informó Jean-Marie Bornet, portavoz de la policía del cantón de Valais en declaraciones.
La policía indicó que había 22 niños entre los muertos y otros 24 fueron hospitalizados a causa de sus heridas.
El autobús se estrelló en un túnel de Sierre, un popular destino para esquiar en los Alpes suizos, aproximadamente a las 9 de la noche del martes.
Didier Reynders ministro belga de relaciones exteriores dijo que las autoridades seguían identificando a las víctimas.
«Es incomprensible lo sucedido. Iban tres autobuses y uno se accidentó sin tener contacto alguno con los otros vehículos», agregó.
El autobús transportaba a 52 personas en total, incluyendo estudiantes provenientes de dos pueblos Lommel, al este de Antwerp y Heverlee, cerca de Leuven.
En el túnel dio un viraje golpeó el borde de la acera y se estrelló contra un muro de concreto, dijo la policía.
«Debido al fuerte impacto el autobús quedó sumamente dañado y varios pasajeros quedaron atrapados en los restos», dijo la policía en un comunicado.
El jefe de policía de Valais Christian Varone dijo en conferencia de prensa que al llegar los socorristas estuvieron frente a una «escena como de guerra».
La investigación preliminar señala que no hubo otros vehículos involucrados en el accidente el cual ocurrió en un tramo de un túnel donde la velocidad máxima permitida es de 100 kph (62 mph).
Una decena de ambulancias y unos ocho helicópteros llevaron a las víctimas al hospital. Decenas de bomberos y policías 15 médicos y tres psicólogos acudieron al lugar de los hechos.
Un día de luto
«Es un día negro para nuestro país, todos los belgas comparten nuestra inmensa tristeza, no hay palabras para expresar lo que sentimos. Vista la amplitud de la catástrofe y la emoción que suscita, el Gobierno ha decidido que habrá un día de luto nacional», declaró en rueda de prensa el primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, antes de partir hacia Suiza.
Di Rupo ratificó la cifra de 28 muertos en total, de los cuales 22 son menores y cuatro son profesores o monitores, además de los dos conductores del vehículo.
También destacó que se desplazará a Suiza un equipo de siete expertos de la división de identificación de víctimas de la Policía federal belga.
La titular belga de Sanidad, Laurette Onkelinx, precisó al término de un Consejo de Ministros extraordinario que los heridos son atendidos en seis hospitales de la región.
«Muchos se encuentran todavía en estado grave, tres de ellos están en coma, presentan lesiones cerebrales y torácicas», explicó.
Descartan fallas mecánicas
Di Rupo señaló igualmente que, según las informaciones de las que disponen, «no había problemas» en el autobús siniestrado, el cual había pasado un control técnico el pasado octubre.
«La empresa de transporte también responde a todas las condiciones requeridas. Los conductores también habrían respetado los tiempos de reposo y de circulación requeridos», apuntó.
Elio Di Rupo viaja hoy hacia Ginebra junto al viceprimer ministro y responsable belga de Finanzas, Steven Vanackere; el titular de Defensa, Pieter De Crem, y el presidente de la región de Flandes, Kris Peeters.
Los familiares de las víctimas han partido entorno a las 12.00 GMT hacia Suiza a bordo de un avión fletado por el Ministerio de Defensa.
Una de las niñas supervivientes, que logró contactar brevemente con su padre por teléfono, explicó que escuchó un gran choque en la oscuridad y que «todos los asientos salieron volando», detalla el diario Le Soir.
La menor, de 12 años, quedó atrapada en dos butacas tras el impacto y sufre fracturas en las dos piernas y un brazo.