Miles de familias llevaron flores y coronas a sus deudos

Paniagua: Notable que en nuestros pueblos se conserven las tradiciones

* En Valle se reconoció al inolvidable maestro “El Tejaban”

* Desde Tepic llegó a visitar a sus hermanos la señora Larios

Bahía de Banderas

Se vivieron jornadas llenas de sentimiento y de tradición en los panteones de Bahía de Banderas para conmemorar el Día de los Muertos. Flores, coronas y muchos recuerdos de quienes se han adelantado en el camino a la eternidad, consagrado en todo el mundo pero en forma muy especial en México.

Héctor Paniagua es respetuoso de las tradiciones mexicanas, de la religiosidad de nuestra gente alienta desde donde esté, que los pueblos mantengan fidelidad a sus tradiciones.

La construcción de esa maravillosa glorieta donde están ya las tres figuras de los cacicazgos de Bahía de Banderas y el recinto que hoy luce fantástico en panteón de San Juan de Abajo, son temáticos para la conservación de esas tradiciones.

Maestros en Valle

En un recorrido por dos de los panteones de mayor tradición en Bahía de Banderas, encontramos en la cabecera municipal que en su recinto, hay gente muy venerada, como el maestro al que llamaban “El Tejaban”, porque en forma autodidacta, hace más de treinta años, hizo una escuelita cerca de la plaza principal, precisamente en un tejaban que él mismo adaptó.

Se trata de Andrés González Ruíz, quien falleció hace cinco años y a quien se le recuerda con mucho cariño por sus alumnos.

Otro maestro que se recuerda con cariño es el profesor Odilón Cocula. Una de las escuelas de Valle de Banderas, lleva su nombre, no fue nacido en estas tierras, pero llegó y su legado es muy bien recordado como mentor de cientos de niños que hoy son adultos, hombres y mujeres de bien que deben recordarlo con cariño.

Mujer deportista

En Valle de Banderas, se recuerda también con cariño y respeto a la señora Doña Damiana Robles, quien donó el terreno donde hoy se juega fútbol. “Este terreno será solamente para los futbolistas”, dijo al regalar este enorme predio hoy ya con instalaciones dignas, pero que pueden ser mejoradas por las autoridades.

Lo que lamentan

Amigos que viven frente a este panteón, recuerdan que en la actual administración, se proyecto hacer una capilla a la entrada del panteón y hasta conservan el diseño que iba a ser igual a la de San Juan de Abajo, pero por disputas entre ejidatarios, el ingeniero Lupe Flores y su gente, impidieron esa construcción.

Hoy en ese sitio, solo crecen algunas plantas y lamentan que alguien se oponga al progreso, sobre todo con obras que iban a ser pagadas por el gobierno en funciones.

En San Juan de Abajo

Lleno de historias es el pueblo de San Juan de Abajo que antes de ser este su nombre, se le llamó San Juan de Atotonilco y una maestra, finalmente fue la autora del cambio.

Sus primeros habitantes, según cuenta la historia, fueron gente que cruzaron el río desde Jalisco en busca de mejores horizontes y su crecimiento fue continuo, hasta ser hoy por hoy, el pueblo más grande de Bahía de Banderas.

Aquí, en su panteón, hay dos familias muy respetables, la de José Lepe, un agricultor que trabajo intensamente y fue benefactor de la región y la de Ramón Larios.

En este panteón, conocimos a la señora Victoria Larios, su hermana, quien vino desde Tepic, acompañada por su hijo, a depositar una corona.

“Fuimos cinco hermanos: Rafael, Ramón, Magdalena, Enrique y yo. Aquí están quienes ya se fueron y yo, debo tener por aquí un lugar, pero me llama estar cerca de mis hijos en Tepic.

Doña Victoria, tuvo 16 hijos, de los que le sobreviven ocho, todos son profesionistas, dice orgullosa y ella se “entretiene” en un negocio que tiene en la Capital del Estado.

Recuerda a sus hermanos con cariño y deja saludos a sus sobrinos, entre quienes están el líder Julio y el actual tesorero municipal Arturo Larios.

Velatorio

En San José del Valle y en el resto de los panteones, al igual que en Valle de Banderas y en San Juan de Abajo el día primero muchas familias se quedaron en los panteones a velar a sus muertos y ayer, se celebraron misas y se depositaron coronas y flores.

No faltó la música y los buenos recuerdos de quienes se adelantaron en este camino que todos habremos de seguir.

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