CIUDAD DE MÉXICO, 25 de marzo.- Los inmigrantes tienen un papel cada vez mayor en la fuerza laboral estadunidense, consideró la especialista Audrey Singer, de la Institución Brookings, que en un estudio consideró que la economía depende de ellos, “hoy y en el futuro”.
Singer recordó que en alguna medida el tradicional debate estadunidense sobre migración suele responsabilizar a los recién llegados de arrebatar empleos a los nacidos en el país, especialmente en tiempos de crisis económica, como se hace evidente en la actual temporada de elecciones primarias republicanas.
“Pero con el incremento de empleos, un numeroso coro de líderes busca políticas migratorias que mejor satisfagan las demandas económicas y ayuden a la economía”, comentó recientemente.
En su reporte, Singer señaló que “la población estadunidense envejece rápidamente, mientras los miembros de la generación de la post-Segunda Guerra (baby boomers) entra a la ancianidad y el retiro. Como resultado, la fuerza laboral dependerá cada vez más de los inmigrantes y sus hijos para reemplazar a los actuales trabajadores y llenar los nuevos empleos”.
El texto puso de manifiesto que los inmigrantes representan 15.8 por ciento de la población empleada, pero representan tanto como 23 por ciento de los empleados en industrias informáticas y de alta tecnología, por un lado, así como también tal vez 20 por ciento de los trabajadores en las industrias de construcción, servicios alimenticios y agricultura, por otro.
“Los inmigrantes están fuertemente representados en algunas de las ocupaciones que, según proyecciones de la Oficina de Estadísticas Laborales, crecerán más rápidamente en los próximos diez años, muchas de las cuales son empleos de construcción y cuidado de salud de baja especialización”, precisó, al considerar como “probable” que los migrantes continúen “desproporcionadamente” en ellos.
Pero se estima que representan 49 por ciento de quienes proveen de servicios domésticos y 31 por ciento de los empleados en las industrias turística y derivadas.
De acuerdo con el análisis, los inmigrantes empleados o en busca de empleo serían unos 23.1 millones de personas, lo que representaría 16 por ciento de la fuerza laboral estadunidense, aunque serían sólo 13 por ciento de la población.
Igualmente, tienen un cada vez mayor papel en empleos que demandan escaso entrenamiento académico, lo que según Singer refleja también la creciente escolaridad de la población estadunidense.
Así, por ejemplo, en la industria turística, mientras 40 por ciento de los inmigrantes trabaja en ocupaciones como limpieza, sólo 16 por ciento de los empleados de origen estadunidense lo hace. De acuerdo con los datos de Singer, “los trabajadores inmigrantes generalmente laboran en las ocupaciones ‘de atrás’, como conserjes, encargados de limpieza, meseros y cocineros. Los trabajadores nativos, en contraste, tienden a tener más trabajados ‘al frente’, como oficinistas y gerentes”.
La diferencia también es notable en términos de la agricultura, donde 35.6 por ciento de los estadunidenses nativos son granjeros o rancheros, pero sólo 2.9 por ciento de los migrantes en la industria se encuentran en ese nivel. De hecho, subrayó el documento, “mientras la percepción más común es que este sector es dominado por trabajadores inmigrantes, eso sólo es cierto a los niveles de menor calificación”.
Una situación similar, aunque tal vez más equilibrada, ocurre en la industria de la construcción, en la que los nativos representan la mayor parte de los empleados de gerencia y supervisión, mientras la mayoría de los inmigrantes se encuentra en los empleos no especializados. Pero igualmente, en las actividades más especializadas —carpintería, techos— hay una casi igualdad entre los porcentajes de inmigrantes y nativos empleados.
En la industria de la salud, especialmente de atención médica, más de la mitad de los inmigrantes empleados están en enfermería y atención directa, aunque 7.7 por ciento de los 343 mil inmigrantes en esta actividad son doctores y cirujanos.
Las industrias Informática y de alta tecnología, al otro extremo, emplean una elevada cantidad de ingenieros, diseñadores e investigadores nacidos fuera de Estados Unidos.