Ángel Cortez Granados llevaba a ese país a mujeres desde la localidad de Tenancingo, en Tlaxcala
Ellas mueven la droga en Reynosa, ocupan puestos estratégicos
NUEVA YORK, 2 de marzo.- El mexicano Ángel Cortez Granados se declaró hoy culpable de un cargo de tráfico sexual en la corte federal de Brooklyn, en el caso de una red de trata de personas que desarticularon los gobiernos de México y Estados Unidos.
Con la ayuda de un intérprete, Cortez Granados se dijo culpable de traer desde la localidad de Tenancingo, estado mexicano de Tlaxcala, a una mujer identificada sólo como Esperanza, con quien sostenía una «relación romántica» y a quien luego obligó a prostituirse.
«La amenacé con que estaba sola en este país. Que nadie iba intentar ayudarla y si eso no era suficiente llamaría a la policía para que fuera arrestada. Ella no tenía papeles y amenacé con llevarla a la cárcel», dijo Cortez Granados ante la jueza del caso, Cheryl Pollak.
Este es el séptimo miembro de la familia Granados que ha sido procesado por el gobierno en el caso de una red de prostitución en la que, según las autoridades, traían a mujeres mexicanas con engaños a territorio estadunidense para luego obligarlas a prostituirse.
Cortez Granados fue detenido el 20 de septiembre de 2011 tras una investigación del Departamento de Seguridad Nacional.
La sentencia por este cargo acarrea un mínimo de 15 años de prisión. La jueza aún no programó la fecha para dictar la condena.