* Me rompieron la fuente para el parto normal, cuando siempre supieron en el hospital regional yo requería cesárea, confesó la madre Dorian Contreras Benavides …
Por Mauricio Lira Camacho
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Dorian Contreras Benavides, es la madre a quien personal del hospital regional, forzó para tener a su bebé, el cual lamentablemente murió.
A este medio de comunicación, relató lo que ocurrió ese fin de semana trágico, día en el que a la espera de tener a su bebé, decisiones equivocadas de la doctora Mónica Leticia Bibiano, provocaron su pérdida.
«Esta doctora y personal del hospital regional siempre supieron que yo debía tener cesárea y no parto natural, me forzaron, me rompieron mi fuente de manera intencional».
Relató qe llegó desde un principio al hospital regional para que la atendieran por dolores de parto, la checaron y la metieron a cesárea, traía esos antecedentes.
Llegó a las 4.30 de la tarde y a las 5:45 para cirujía, pero estando allí, el doctor de la noche iba saliendo checó expedientes y confirmó cesarea por lo que no la iba a operar, sin ningún problema otro lo haría.
No había dolores, pero si debía ser cesare no parto normal, estaba esperando cirujía, lo que me dijero era que esperara el siguiente turno, todo era normal.
Así lo contó de manera triste la señora Contreras, la doctora en turno me checó, a las 9 de la mañana, me cuestionó por qué cesárea la última vez fue hace cinco años, no dilaté, mi bebé no bajaba, no podía tener parto.
Ella me hizo el tacto, me colocaron aparatos, me hizo el tacto pero en realidad me rompió la fuente de manera intencional, me lastimó mucho.
Me dijo, debemos esperar trabajo de parto, pero y iba para cesárea, así me dejó, a raíz de esto me dieron dolores y vómito.
Así fue toda la mañana, no podía pujar, tenía dolores, ella me ayudaba pero luego se iba, me dejó con un doctor practicamente.
No tenía dolor de cadera, sino que me ganaba el vómito, la doctora iba y regresaba.
Regañaba al doctor de práctica social, eso fue lo que pasó, dijo la madre.
Yo no podia bajae mi bebé, no podía hacer las dos cosas, «llegó ella en varias ocasiones y me obligaba a pujar, yo ya no podía, mi bebé regresaba no bajaba».
Luego, a las 12 del medio día yo ya no tenía líquido ni fuente, me apachurraba la panza haciendo querer que mi bebé bajara, todo influyó a mi bebé.
Después, me dijo que me iban a poner anestesia sin dolor pero con parto normal, ella me checó con ultrasonido y se escuchaba bajito el corazón de la criatura.
Era mucho mi sufrimiento, tenía mucho dolor, no podía sacar mi bebé, ella se fue me metieron con la anestesiologa, la doctora regresó hasta las 3 pm.
Entonces, me siguió checando pero ya había algo raro, estaba aferrada a checar a mi bebé, pero noté cosas muy dificiles, ella no escuchaba el corazón del bebé.
Anestesiada me dijo, te vamos a hacer cesarea, pero desde que ingresé a las 5 am, no hicieron caso.
Así, los enfermeros ya vestidos, la doctora me checaba, yo me desesperé y pregunte, la noté preocupada hasta que me dijo, «es lo que estoy tratando de ver lo de tu bebé, pero me lastimaba mucho, buscando signos vitales».
Regresó con otro doctor, señaló a la pantalla, y me seguían torturando, «te vamos a meter para la cesárea no encuentro signos vitales, vivo o muerto te lo vamos a sacar», me dijo.
Me hicieron sufrir mucho, les dije no podía tener parto normal, la anestelioga me dijo «se puso sentimental», yo ya intuía que mi bebé estaba muerto.
La doctora todo lo hizo mal, al final me hizo la cesarea pero sacando al bebé muerto, no había necesidad de todo esto.
Yo me estuve checando desde el tercer mes, en el centro de salud, hasta el sexto mes me mandaron al hospital regional por un áproblema de varices y con el antecedente de que no podía tener parto normal sino por la cesárea.
Tuve todos mis estudios en orden, «llegue bien al Regional pero de ahí salí muy mal, enferma sin mi bebé».
Tuve mi término de período de embarazo de las 41.5 semanas, pero debieron haberme hecho la cesarea.
Así lo dijo la madre triste por haber perdido a sus bebé en el hospital regional en el municipio de Puerto Vallarta.