Le Quitaron su Hijo con Testigos sin Escrúpulos y Funcionarios Corruptos

* Una de las testigos a favor del padre, Hugo César Félix, Estela Granados, que era funcionaria del DIF de Bahía de Banderas, tía de la madre, ahora esta mujer desapareció del mapa. Hugo ha difamado a la madre. Sin atender el debido proceso; MP, juez y abogados, permitieron que su hijo quedara en manos de su padre que hoy está desempleado y huyó con su niño a Guadalajara violando el convenio, por cierto abusivo, que ninguna autoridad puede hacer valer. Un diario personal de Karla despertó la furia del padre del menor.

Por Paty Aguilar
NoticiasPVNayarit
I Parte

La pretendió hasta que consiguió el objetivo, luego nació el pequeño Dylan, pero estando viviendo con la madre de su hijo, Karla Katherine Annet Larios Vaca, de pronto, tras leer un diario personal de Karla, decide quitarle el hijo a su madre. Un día tocan a la puerta de su casa, sale Karla a atender y resulta que se trataba de abogados que le iban a notificar que Hugo Cesar Félix Villaseñor, su pareja, la estaba demandando para quitarle la custodia de su hijo.

Lo conoció hace cuatro años, un año después deciden vivir juntos cuando se dan cuenta que van a tener un bebé. Solo dos años vivieron juntos. Cuando el pequeño iba a cumplir un año de edad, empezaron los problemas. Ahora su hijo, tiene 3 años de edad y no vive con ella desde hace dos años, ahora tiene la edad de 23 años.

El padre, ahora de 41 años de edad, decidió demandarla por la custodia de su hijo, interpuso dos demandas más contra la madre; una penal por no pagar manutención y la otra por la patria potestad del menor, es decir, quiere quitarle a su hijo a como dé lugar y para ello ha hecho uso de la manipulación de funcionarios indolentes que violaron el debido proceso, así como de medios de comunicación que no observaron en el expediente la serie de irregularidades en las declaraciones de testigos sin escrúpulos que mintieron ante un juez y abogados de oficio que fueron incapaces de velar por el derecho del niño y de la madre.

Hugo César Félix Villaseñor, poco antes del 2013, tenía un trabajo bien remunerado, en mantenimiento de peceras y estanques, que le permitía llevar una buena vida y debido a este trabajo, mantenía buenas relaciones públicas, ya había tenido dos matrimonios; donde procreo una hija que ahora tiene 18 años y dos hijos más con otra mujer que ahora tienen 9 y 7 años de edad, mientras que ella, entonces de 19 años de edad, se desempeñaba como modelo de una agencia de Puerto Vallarta.

Cuando Karla tenía 20 años de edad, nació Dylan. Durante los primeros 10 meses de su vida, luego de que César Hugo Félix, puso un restaurante de comida casera en la delegación de Ixtapa, la situación empezó a cambiar, Hugo empezó a comportarse de manera violenta contra ella, a no llegar a su casa, fue entonces que le dijo que si la relación no mejoraba se iban a separar, a lo que Hugo Cesar, sin discutir, le dijo que sí, que estaba bien, fue entonces que al no cambiar la situación, con todo y su bebé se fue a vivir con su madre aquí en Bahía de Banderas.

Durante cuatro meses no supo nada de Hugo César, entonces ella empezó a llevar una relación con otra persona, incluso empezó a vivir con él, pero cuando Hugo César se enteró, se acercó a la pareja de Karla y le dijo que él quería regresar con ella, que se hiciera a un lado, que le diera la oportunidad de regresar, pero esto no lo supo Karla, hasta tiempo después, por lo que su nueva pareja, decidió ya no vivir con ella y se retiró.

Logrado el objetivo, Hugo Cesar, visitó a Karla y le pidió que regresara con él, pero Karla se negó debido a los maltratos psicológicos y económicos de los que ya había sido objeto, motivo por el cual se alejó de él, entonces, Hugo Cesar le dijo que si no regresaba con él le quitaría el niño que entonces ya tenía un año un mes. Debido a esto, Karla, decidió irse a Guadalajara a vivir con su padre, pero Hugo Cesar la siguió hasta allá y entre su padre y Hugo Cesar, la convencieron de vivir nuevamente con él debido a que era por el bien del niño y porque ella todavía estaba muy joven; entre ambos hombres la hicieron regresar a Bahía de Banderas.

En Guadalajara vivieron un mes y luego se regresaron a Bahía de Banderas, pero como a los 4 días de regresar de Guadalajara, Hugo Cesar encontró un diario de Karla, que elaboró como parte de tratamiento que una psicóloga del DIF de este municipio le recomendó hiciera, y es que cuando vivía con Hugo Cesar, pidió auxilio al DIF, donde le detectaron que estaba emocionalmente muy mal.

A partir de que Hugo Cesar, leyó el diario, casi un mes después, tocaron la puerta de su casa y Hugo Cesar le dijo que le hablaban, lo que la sorprendió, le preguntó quién era y Hugo Cesar le dijo que no sabía. En esos momentos el bebé estaba dormido. Resulta que era una licenciada y mientras ella la atendía, Hugo Cesar cambio al bebé, tomó una pañalera, en lo que la licenciada le daba a firmar una notificación, dado que su esposo, Hugo Cesar Félix, la estaba demandando para quitarle la custodia de su hijo, entonces mira su esposo que ya estaba parado frente a ella con su bebé en brazos y le pide que le explique “vivimos juntos, somos pareja y ¿me estás demandando para quitarme a mi hijo?”

Su respuesta fue “espérame ahorita regreso” se subió a su camioneta, Karla le firmó a la licenciada, luego esperó como 40 minutos para que regresara Hugo Cesar, mientras tanto leyó el documento, entonces, al ver que no regresaba, desesperada salió corriendo de su casa y fue a la casa de la hermana de Hugo Cesar que vive en Valle Dorado de nombre Meche.

Llorando, Karla le pide una explicación a su cuñada, le dice que Hugo Cesar le quiere quitar a su hijo, entonces Meche le dijo que la estaba esperando, que su hermano ya tenía planeado quitarle a su hijo desde un mes y medio antes debido a que encontró el diario y al leerlo se molestó tanto que juró que no iba a descansar hasta la viera hundida y acabada, entonces Karla le dijo “pero mi hijo de qué tiene la culpa, es un bebé, tiene un año un mes”.

Entonces la hermana de Hugo Cesar, ofreció ayudarla y la llevó al DIF Municipal de Bahía de Banderas, donde una licenciada, le pide el teléfono de Hugo Cesar, para llamarle, puesto que no había orden legal para quedarse con su hijo, lo que le dio un respiro de alivio a Karla de saber que su hijo regresaría con ella.

Hugo Cesar, cuando logran localizarlo, le indican que debe regresar al bebé hasta que haya un juicio y la resolución de un juez. Le piden al niño y se niega a entregarlo, se sale del DIF y fue así que empezó su búsqueda por medio de patrullas y volantes. Para entonces ya había salido una ley que por la sustracción de un menor así fuera su padre o madre, el delito se equiparaba a un secuestro con un castigo de 8 años de cárcel. Fue entonces, que al darse cuenta que su delito era grave, se contactó con Karla hasta una semana después, pero Hugo Cesar, a través de una tía de Karla, Estela Granados, que entonces era coordinadora del DIF de Bahía de Banderas, la condicionó a que si quería su hijo, primero debía retirar la demanda.

Karla le dijo a su tía, que lo que ella quería era a su hijo, que no le interesaba ver a Hugo Cesar en cárcel, lo que quería era su hijo. Fue citado al DIF y cuando llegó fue detenido y obligado a entregar al niño, pero el pequeño estaba en pésimas condiciones de salud, su cuerpo estaba infectado de piquetes de zancudo, traía desnutrición y temperatura, en ese momento lo revisó un médico.

Fue por ello que se levantó la denuncia y Hugo Cesar quedó en libertad, pero el bebé fue retenido en el albergue del DIF donde al regresar tres días después, le negaron ver al pequeño, ya que ni uno ni otro lo podía ver. Sin embargo, al padre si le había permitido verlo y a ella le dijeron que no podía verlo porque el niño no la conocía, ella les reclamaba -cómo no me va a conocer si soy su madre- a su insistencia, le permitieron ver a su hijo, le llevó una cobijita y comida.

Al día siguiente los citaron en el DIF, pero la tía de Karla, ya confabulada con Hugo Cesar, tramaron un convenio para que el niño se quedará con su padre y no con ella porque era muy joven, no tenía trabajo y que iba a hacer con un niño, argumento que le metieron a Karla por todos lados con la anuencia de la Procuradora de la Defensa del Menor, licenciada María Luisa Gutiérrez, quién le inquirió a Karla que solo tenía dos opciones con su hijo –o se va con su papá o se va a casa hogar-

Entonces Karla preguntó a la funcionaria en tono desesperado –pero ¿por qué?- “porque tu no cedes a que esté con él y él no cede a que esté contigo, él ya definitivamente dijo que contigo no lo quiere, que prefiere que se vaya a casa hogar, entonces aquí nada más tenemos dos opciones, o casa hogar o el papá- Entonces, Karla le dijo, “pues ni una ni la otra, ni casa hogar ni con el papá. Como es posible, simplemente no lo acepto, mi hijo tiene que estar conmigo” -pues decide- le dijo la funcionaria y agregó que entonces se les tendría que quitar al menor porque el niño no podía pasar por esa situación.

Karla intentó que le dieran a su hijo y le permitieran pensar lo que le estaban diciendo, se lo negaron, la funcionaria le dijo –o es cómo te digo o no hay trato- entonces Karla se molestó y le dijo “pero como puede decir que es trato como si fuera mi hijo un perrito, como si fuera un juguete, un mueble, que te doy una cosa y te regreso otra, es imposible que una institución pueda hacer eso” Entonces, narra Karla, que ese día se fue a su casa, el niño se quedó en la casa hogar.

Karla, sin tener la asesoría de un abogado, creyendo que el DIF Municipal haría lo correcto, mientras que Hugo Cesar, ya contaba con abogados que ya la habían demandado bajo el expediente 754/2013 por juicio de Controversia Familiar, resulta que al otro día, su tía Estela Granados Vaca, la buscó en su casa para convencerla de que su hijo estaría mejor con su padre que con ella y que debían de hacer un convenio para que ante un juez ella aceptara darle la custodia, Karla no aceptó, entonces empezó Estela a asustar a su hermana, madre de Karla, de que el DIF le iba a quitar su hijo.

Al otro día le llego un citatorio de conciliación, pero Karla no entendía que estaba pasando porque nada sabía de eso, su tía Estela Granados, le decía que se trataba de que ella debiera entregar al niño, pero Karla se resistía a creer que eso significaba conciliar, pero su tía, imponiéndose como autoridad familiar y como funcionaria del DIF donde todos la respetaban, le dijo a Karla “ya está dicho, se le va a entregar al papá ese niño y nos dejamos de cosas” Luego le habló al papá y le dijo que hiciera el convenio donde dijera que le iban a entregar el niño que Karla solo lo vería los fines de semana de viernes a las ocho de la mañana y lo va a entregar el domingo a las ocho, ella te va depositar una pensión de 300 pesos semanales y se va cubrir”

Entonces Karla no estuvo de acuerdo. Sin embargo, otro día llego Hugo Cesar y le dijo que fueran a su departamento donde estaba su licenciada. Casi a fuerzas, entre su tía y Hugo Cesar, la llevaron a ese lugar.

Ante u ojos hicieron el convenio y cada que decía que no estaba de acuerdo, su tía le decía que se callara que ella no sabía nada, mientras que Karla se llenaba de impotencia porque estaban negociando a su hijo para quitárselo, finalmente el convenio se firmó, pero al otro día que debían de ir a ratificarlo, resulta que Karla no tenía documento para identificarse, porque el día que Hugo Cesar se llevó al niño, también le robó toda su documentación personal. Y ese día que estuvieron ante el juez, previamente, Hugo Cesar le hizo saber, que él demostraría que ella se drogaba y la acusaría de muchas cosas más y que ningún abogado la podría ayudar “me acorralaron” dijo Karla con lágrimas en sus ojos llena de impotencia –y firmé- dijo con voz trémula tras mencionar que ese mismo día su tía salió con Hugo Cesar a festejar que ya tenía el niño con él.

Sin embargo, otro día empezó a buscar ayuda, porque un día antes, el juez al darse cuenta que no tenía abogado para defenderse, le hizo saber que había abogados de oficio que le podían ayudar sin cobrarle y que preguntara en el DIF. Aquí, en esta “noble” institución le dieron el nombre de cuatro abogados, pero resulta que ninguno quiso tomar su caso que porque el juicio ya estaba en término, que no podía hacer nada ya.

Pasó como un mes pidiendo ayuda y nadie le apoyó porque no tenía dinero. Y es que no estaba trabajando porque mientras vivió con Cesar Hugo no le permitió hacerlo. “No tenemos dinero, él ya va adelantado porque ya lleva un juicio y yo no tenía ni idea, es más, todavía no entiendo lo que me está pasando.

Al otro día del firmar el convenio se le entregó el niño. Yo pensé, bueno tiene que haber un orden, o sea, se firma un convenio, tiene que proceder y después es la entrega del niño, pues no, todo fue automático, se formó el ya tiene al niño y empezamos a buscar a lo loco y luego al mes se me empezaron a juntar las demandas porque yo me tenía que presentar al juzgado porque yo no sabía ni donde estaba ni que era eso ni nada, pues se me tomaba como rebeldía, que el niño no me interesaba, como que simplemente yo lo abandoné”….
Esta negra historia continuará mañana.