A fin de determinar los patrones eléctricos y electromagnéticos que ocurren en subsuelo, previos a un movimiento telúrico, científicos del IPN instalarán en la zona de Ticomán una estación piloto para medir señales electrosísmicas.
En un comunicado, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) precisó que el propósito de este proyecto multidisciplinario es contribuir en el estudio y prevención de los riesgos sísmicos.
Ello mediante la realización de las pruebas suficientes para que en breve se instalen estaciones de monitoreo en dos puntos estratégicos de la zona sísmica del Pacífico, en la región que comprende de Ometepec a Zihuatanejo, Guerrero.
El grupo de investigación está liderado por Fernando Angulo Brown y José Antonio Peralta, de la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM); Lev Guzmán Vargas e Israel Reyes Ramírez, de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA), y Alejandro Muñoz Diosdado, de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI).
Angulo Brown, director del proyecto, resaltó que el trabajo, que tendrá el apoyo del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, incluye tres líneas principales de investigación.
Estas son, detalló, el estudio de las variaciones del potencial eléctrico y magnético, mediante el establecimiento de las estaciones de monitoreo.
Además de la consolidación y mejoramiento de la alarma sísmica creada por Peralta, que avisa con mayor anticipación que las alarmas tradicionales de la ocurrencia de un sismo; y un estudio a largo plazo de los patrones de comportamiento animal y ambiental.
Indicó que la ESFM participa en lo que respecta a la lectura, evaluación y análisis de las señales electromagnéticas y la UPIITA será la encargada de instalar el equipamiento tecnológico que se requiere para el establecimiento de las estaciones y dar certeza a los resultados obtenidos aplicando técnicas de la dinámica no lineal.
En tanto que la UPIBI generará métodos matemáticos y modelos fractales a partir del modelo idealizado del sistema resorte-bloque.
«Lo que miden nuestros electrodos normalmente en las estaciones de monitoreo es ruido blanco eléctrico del subsuelo, que es la suma de muchas contribuciones locales productoras de diferencias del potencial eléctrico», especificó.
Explicó que «cuando se empieza a acercar un evento de magnitud relevante, ciertas propiedades en el ruido medido se modifican, lo que nos indica que algo empieza a ocurrir en la interfase» .
«Esperamos que estos cambios en los patrones ayuden a detectar si está ocurriendo algo anómalo en camino de la preparación de un sismo», comentó.