*El Papa Francisco resaltó ayer cómo en la actualidad, por distintos frentes, la familia está siendo debilitada y cuestionada, y hay…
El Papa Francisco resaltó ayer cómo en la actualidad, por distintos frentes, la familia está siendo debilitada y cuestionada, y hay quienes creen que es un modelo que ya pasó y no tiene espacio en nuestra sociedad, y que bajo la pretensión de modernidad, acusó, propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento.
Y se van inoculando en nuestras sociedades, abundó, y se dicen sociedades libres, democráticas, soberanas, se van inoculando colonizaciones ideo-lógicas que las destruyen y terminamos siendo colonias de ideologías destructoras del núcleo de la familia que es la base de toda sana sociedad.
Durante su participación en el Encuentro con las Familias, en el estadio Víctor Manuel Reyna, Francisco reconoció que vivir en familia no es fácil, muchas veces, dijo, es doloroso y fatigoso “pero creo que se puede aplicar a la familia lo que más de una vez he referido a la Iglesia: prefiero una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una familia y sociedad enferma por el encierro o la comodidad del miedo a amar.
Así lo estableció, luego de escuchar el testimonio de cuatro diferentes familias: una pareja casada sólo por el civil, un joven de 14 postrado en una silla de ruedas al padecer distrofia muscular, una madre soltera y una pareja con 50 años de casados.
A todos los asistentes, el Vicario de Cristo advirtió que prefiere una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, a una familia y sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort.
En este sentido, refirió que hay quienes no tienen hijos porque prefieren salir de vacaciones, hacer turismo, ‘quiero comprarme una quinta’ (una casa de campo), les gusta, criticó, el lujo y el confort y no se tiene hijos “y cuando quisiste tener uno ya se te pasó la hora”.
¡Qué daño que hace eso! Prefiero una familia con rostro cansado por la entrega, a una familia con rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión.
La vida en familia, abundó, no es fácil, la vida en pareja tiene que tener paciencia, amor, saber perdonarse.
Hay quienes me han dicho que una familia perfecta nunca discute “mentira, es conveniente que de vez en cuando discutan y que vuele algún plato, está bien. No le tengan miedo.
El único consejo es que no terminen el día sin hacer las paces porque si terminan el día en guerra van a amanecer ya en guerra fría y la guerra fría es muy peligrosa en la familia porque va socavando desde abajo las arrugas de la fidelidad conyugal.
Luego de su discurso, que dejó callados a todos los asistentes, el Papa pidió a los presentes que en silencio renovaran sus votos matrimoniales, y a quienes están de novios, dijo, la gracia de una familia fiel y llena de amor.