Hospital Regional Negó Atención a Persona con Ataques Epilépticos y Mal de Parkinson

* Vecinos ayudaron a una persona que sufrió ataque de epilepsia en vía pública, lo llevaron al hospital regional, pero no lo atendieron; Requiere 1,500 pesos para medicamento y poder atender su enfermedad…

Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV

Una más del hospital regional, persona de guardia no quiso recibir mucho menos atender a una persona del sexo masculino, quien refiere tiene ataques de epilepsia y sufre del mal de parkinson.

No tiene para pagar medicamento cuyo precio es de 1,500 pesos, el cual podría ayudarle a controlar su enfermedad.

Un grupo de personas, lo vio tirado en la calle recientemente, y esta persona aseguraba no estar drogado, ni borracho, como suponían algunas personas.

«Lo que tengo es mal de parkinson y sufro de ataques epilépticos», gritaba a quienes lo veían con curiosidad.

Algunas madres de familia, ayudaron al señor a quien de cierta forma hicieron llegar al hospital regional, pero constataron que esta institución no quiso siquiera escucharlo, mucho menos atenderlo.

Hasta el cierre de la presente nota informativa se desconoce si esta persona, tiene algún domicilio estable o si cuenta con amigos y familiares que le pudieran ayudar.

El detalle que contaron testigos de los hechos en el momento que le dio un ataque en plena vía pública es que la persona estaba en sus cinco sentidos y lo que decía tenía hilaridad.

Su mala suerte – pensaron varios -, era que en ese justo momento estaba solo por ello la urgencia de poder atenderlo.

Algunas personas, dijeron a este medio, que es frecuente cuando una persona sufre de este tipo de transtornos, tiene la mala suerte de perderse cuando anda solo, pues no ecuerdan el camino de regreso a casa.

O que en el caso de las personas quienes sufren de epilepsia en grado avanzado, sufren una caida, se golpean en la cabeza y mueren.

Algunas de las medidas para ayuar a estas personas, cuando sufren un ataque de epilepsia es colocarles un trapo en la boca para evitar que la misma ansiedad les provoque que ellos mismos se muerdan.