“Convencido que la diversificación de la propuesta turística igualará las oportunidades de desarrollo entre las familias de Bahía de Banderas, permíteme mostrarte la esencia de nuestro pueblo y veras que cada rincón de nuestro municipio tiene algo que expresar, algo que nos llena de orgullo y no debe pasar desapercibido para la gente que nos visita”: Rafael Cervantes Padilla, presidente Municipal de Bahía de Banderas.
Enclavado en el corazón de la sierra de Vallejo, se encuentra Fortuna de Vallejo uno de los pueblos más antiguos de Bahía de Banderas, cuyo origen fue la hacienda de Maisterrena fundada a principios del siglo XX y que se extendía desde la Peñita de Jaltemba en Compostela, hasta El Colomo en Bahía de Banderas. Aquí estaban los caseríos donde vivían los peones que trabajaban la tierra del señor hacendado.
“De los tiempos de la Hacienda hoy solo quedan los caminos por dónde iban y venían las mercancías y los prisioneros que iban a pie hasta Compostela, en este era el viejo camino a Tepic, los hacendados caminaban por aquí. También se movía el ganado rumbo a Compostela que traían desde Ixtapa. Este era el único camino que había, luego años después corría por aquí la corrida tropical que era un camioncito que iba de Vallarta a Compostela, por el camino de La Cucaracha, porque hay un pueblo que así se llama”, nos cuenta Juventino Bernal, habitante de este poblado.
Como en todos los pueblos del México rural, el trazo de Fortuna de Vallejo se hizo en torno a un primer cuadro de la ciudad donde está la plaza y a un lado su iglesia. En la plaza hay una fuente donde está un Ocelotl, nombre con el que los Nahuas designaban al Leopardo o Jaguar, un felino que habita las montañas de la sierra de Vallejo. La escultura asemeja lo que es un dibujo de un códice azteca con el que se representaba a este animal. Detrás de la escultura está un muro llorón de cantera color terracota, se le dice así, porque de la parte superior escurre agua que va lavando la piedra. La plaza tiene su teatro al aire libre y su quiosco, todo en estilo arquitectónico mexicano.
La iglesia bien terminada, está consagrada a la Virgen de Guadalupe, con sus bancas rústicas en madera que le dan ese sabor de auténtico pueblo rural. Afuera tiene bancas en hierro fundido, que tienen impreso el escudo del municipio de Bahía de Banderas: dos banderas coronan el escudo, en el primer cuadro superior derecho hay un arco y tres flechas que simbolizan la caza, abajo hay una mazorca y un grafo de la tierra, simbolizando el cultivo, a la izquierda un grafo del agua y un pez que simboliza la pesca y finalmente, arriba hay un Chimalli o escudo de guerra, que simboliza a esos guerreros que, según cuentan en sus narraciones los españoles a su llegada a estas tierras, cuando entraron a la bahía, encontraron un ejército de indígenas que portaban banderas hechas de plumas y que era la característica principal de estos guerreros que estaban dispuestos a hacerles la guerra y no dejarse conquistar. Esas banderas tenían un fin bélico, medir la fuerza y dirección del viento para poder apuntar sus flechas con mayor precisión.
Desde la iglesia se puede apreciar una hermosa vista del primer cuadro, así como, del cerro de Vallejo, que en realidad es una cadena montañosa de espesa selva tropical, que separa a los pueblos de la costa de los de la sierra y dónde hay muchas leyendas que se cuentan, desde la presencia de duendes, un tesoro enterrado por los indígenas y un filón de oro que guarda la montaña como su mayor secreto.
Hoy la mayoría de los jóvenes y algunas familias se han ido a buscar oportunidades de estudio y de trabajo, por lo que hay solo 175 habitantes y muchas casas se han quedado sin habitar por años, las que le dan un toque de misterio a Fortuna de Vallejo.
El pueblo es un atractivo turístico donde todavía es posible encontrar arroyos de aguas cristalinas que bajan de los escurrideros de la montaña. “Aquí han venido los americanos y canadienses, viene a conocer como se hace la tortilla a mano y aquí les enseñamos, la comen con gusto y se la damos con ensalada de nopales, una salsa, frijoles y guacamole”, nos dice doña María del Refugio Vázquez Lazo.
La cocina en la que hacen las tortillas es rústica, muy tradicional, algo que difícilmente podrán ver los turistas en su lugar de origen, donde se mezcla el olor de la leña, con los sabores de la comida típica mexicana.
El 12 de diciembre y el 21 de marzo son las fiestas patronales de Fortuna de Vallejo que debe su nombre al conquistador español Andrés Vallejo.
Fortuna Vallejo es un pueblo del México rural donde se detuvo el tiempo, en un municipio que se desarrolla aceleradamente hacia el turismo de clase mundial.
Cómo Llegar
Fortuna de Vallejo se ubica a 16 kilómetros de San Juan de Abajo, está comunicado por una excelente carretera pavimentada que llega a la costa. Para llegar a este pueblo de Bahía de Banderas, se puede tomar la carretera que inicia en Bucerias por la avenida Estaciones, pasa por Valle de Banderas y sigue hasta San Juan de Abajo, en ese pueblo se toma la salida a El Colomo y se sigue a El Coatante, para llegar a la desviación que conduce a este pueblo serrano.