Actividades y destinos tanto exóticos como cosmopolitas le sobran a Colombia para mostrar al turismo internacional, pero esta nación carga con una oscura imagen desde hace años que atrae a miles de turistas a la tierra del café, ávidos de hurgar en el negro pasado que aún hace sombra en el país: el narcotráfico.
Encantados por las historias de los extensos cárteles de la droga y la icónica figura de Pablo Escobar, visitantes de países como Alemania, Estados Unidos, México e incluso Israel, llegan a la nación sudamericana con el objetivo de visitar los sitios más emblemáticos en donde el zar de la droga vivió y dejó huellas de sus delitos.
Agencias de viajes establecidas como See Colombia Travel, que ofrece un paquete de viaje llamado “Pablo Escobar History Tour”, o trabajadores independientes como Óscar Cantor han aprovechado la curiosidad de los extranjeros y por mil dólares, realizan extensos tours evocando la historia del afamado capo: “El recorrido dura cuatro días y recorremos medio país hablando de la historia de Pablo” aseguró Cantor en entrevista para Excélsior.
El tour que Óscar guía, inicia en Medellín en la hacienda “Los Olivos”, casa en donde fue capturado Pablo Escobar; continúa en la hacienda Nápoles, la tumba de Pablo, entre otras propiedades. Para después dirigirse a Bogotá a visitar al museo de la Policía, algunas propiedades de distintos mafiosos y concluye con la visita a la casa-museo que dirige el hermano de Pablo, Roberto Escobar alias el Osito: “es una casa propiedad de Pablo y tiene muchos objetos y fotografías, además en ese recorrido los atiende directamente el señor Roberto y eso para algunos turistas eso es increíble, o sea conocer al hermano del gran capo de capos”, refiere Cantor.
Con la muerte del dirigente del Cártel de Medellín en 1993, su leyenda se expandió y convirtió en una marca negra en la historia de su país que penetro en la conciencia popular.
Desde entonces no ha dejado de reportar ganancias para el pueblo colombiano, pero esta vez como protagonista de incontables libros, películas, documentales, investigaciones académicas y ahora viajes turísticos.
“La imagen de Pablo Escobar se ha convertido en un icono a nivel mundial debido al impacto que tuvieron sus acciones criminales y terroristas, especialmente destacadas por los medios de comunicación y las cuales no tenían precedentes en la historia latinoamericana”, explicó para Excélsior Alba Ligia López Rodríguez, investigadora en Calidad y Sustentabilidad en Turismo de Colombia.
Óscar Cantor fue uno de los que se dejó atrapar por la seductora leyenda del bandido más poderoso y buscado de todos los tiempos: “hace unos ocho o nueve años que tengo leyendo e investigando sobre Pablo Escobar, después viajé de Bogotá a Medellín para ir a un tour que daba un muchacho, pero llegué muy decepcionado porque estaba todo improvisado y el guía no sabia nada de lo que Pablo fue y lo que paso, la historia estaba mal contada. Así que dije voy a hacer mi propio tour”, asegura el publicista convertido en guía turístico, que a su vez se considera un experto para hablar sobre el tema de Pablo Escobar.
“Me la paso hablando todo el día con gente de todo el mundo porque me preguntan muchas cosas de Pablo o sea prácticamente soy como una referencia”.
No tardó mucho tiempo en comenzar a seleccionar la información y a utilizar sus conocimientos en marketing online para promocionar el paquete, principalmente en las redes sociales, cuando empezaron a contactarlo de todo el mundo para pedir informes sobre el tour y asegurarse un lugar en el recorrido, que Óscar realiza en promedio dos veces por mes.
Al poco tiempo de promocionar su negocio, Óscar relató a este rotativo que integrantes de la familia Escobar lo llamaron: “en un principio cuando me contactó la familia de Escobar dije: ¡uy! creo que estoy en problemas, pero me contactaron para comentarme que estaban montando la casa-museo, yo conozco al señor Roberto y las hermanas de Pablo y son gente muy amable”.
Dicho museo se ubica en una propiedad que la familia de Pablo Escobar logró conservar, después de que las autoridades incautaran todos los bienes del capo, en ella exhiben artículos personales, muebles, fotografías y documentos: “hay una foto súper famosa de Pablo donde él aparece en La Catedral (prisión construida por él mismo, con instalaciones de lujo en la que aceptaría recluirse por 13 meses, después de llegar a un acuerdo con las autoridades) con un gorro ruso, don Roberto tiene ese gorro y tú te puedes tomar la foto con ese gorro puesto y a lado Roberto Escobar”, la entrada al museo tiene un costo de 70 dólares.
Contrario a la fama que goza el tour al exterior, entre los colombianos las opiniones se encuentran divididas, y es que para muchos de ellos es difícil olvidar que hace algunos años Pablo Escobar, el principal proveedor de cocaína y mariguana de Estados Unidos, azotó a la población con una serie de actos violentos y terroristas al país.
“Muchas personas dicen que hago una apología al mal, otros tienen la idea de que Pablo fue un súper hombre o un Robín Hood, pero aquí sólo estoy contando una etapa de la historia de Colombia que no podemos olvidar. Pablo primero que todo fue un bandido mató mucha gente en el país, hizo muchísimas cosas malas acá”, dijo Cantor.
López Rodríguez estima que la sobreexplotación turistica de la leyenda de la figura de Pablo Escobar es un fenómeno sociológico y se debe a la creación de la icónica figura de éste, especialmente por los medios de comunicación: “la imagen del poder generado por la incalculable riqueza que poseía, fruto de las actividades de narcotráfico, la cinematográfica muerte que fue transmitida al mundo por todos los medios de comunicación y el hecho de que aún es considerado en ciertos sectores de la ciudad de Medellín como un benefactor, porque ayudó a personas pobres e incluso construyó un barrio para ellas”, agregó.
Finalmente Óscar considera que no hace daño con el paquete turistico: en Chicago hay un tour de Al Capone, en Londres, uno de Jack el destripador; en Alemania, de los nazis y los campos de concentración ¿por qué en Colombia no se puede hacer uno de Pablo? Incluso una vez un turista mexicano me dijo: cuando pase todo en México yo voy a hacer uno de el Chapo Guzmán y ya me voy a poner a investigar”.
Otros dividendos
Las ganancias reportadas por el negocio de tráfico de estupefacientes no se limita a su producción y venta, desde principios de la década de 1980, especialmente en países latinoamericanos, la creación de productos culturales y de entretenimiento con temáticas relacionadas a las formas y estilos de vida de este mundo, experimentó un boom que ha dejado jugosas ganancias en estos sectores.
El narcotráfico logró penetrar en la conciencia y gustos populares con una estética ostentosa y exagerada, la afición por los automóviles caros, haciendas de extensiones desmedidas y mujeres de cuerpos esculturales así como la imagen del narcotraficante violento, de extracción humilde y amplio poderío.
Quizas el ejemplo más destacado de esta fusión es la literatura. Desde la publicación del libro La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejo en 1994, un nuevo tipo de relatos que habita la fascinación por los delincuentes, la truculencia y la pasión por el exceso, plago las imprentas. A este movimiento el periodista Abad Faciolince lo denominó Sicaresca.
Tanto la obra literaria de Vallejo como la de Jorge Franco, titulada Rosario Tijeras; que más tarde se llevarían al cine, se convirtieron en productos best sellers y el modelos a seguir para autores como Alonso Salazar, autor de No nacimos pa’semilla; Víctor Gaviria con El pelaíto que no duró nada; Laura Restrepo, y Leopardo al sol; Andrés López López, con El cártel de los sapos y Las Fantásticas, y Juan Gabriel Vásquez con El ruido de las cosas al caer, sólo por mencionar algunos.
Para el profesor de la Universidad de los Andes Omar Rincón, la sicaresca y la narcoestética es un gusto socializado y la marca de Colombia más actual, sus características son siempre las mismas: “contar al personaje joven, explotar la fuerza de su lenguaje y su carácter de héroe efímero y marginal, decir que la vida es un tránsito acelerado mientras se goza el vértigo de un relato efectista con tono realista”.
Después del éxito literario vendrían muchos más sectores que buscarían aprovecharse de esta fórmula como el cine, la música y más recientemente en las telenovelas, en su ensayo Narco.estética y narco.cultura en Narco.lombia Rincón se pregunta al respecto: “si la telenovela es tan importante para disfrutar y pensar, si es lo que la gente más ve, si es nuestro producto cultural más conocido al exterior… ¿cómo somos los colombianos según nuestras telenovelas de éxito?” Este mismo supone que las características de estas producciones reconocen que se vive en la cultura con valores y referentes propios del narcotráfico: “Somos una nación que asumió la idea narco de que todo vale para salir de pobres: unas tetas, un arma , corromperse, traficar cosas (…)”
El ejemplo más destacado es el exitosa serie televisiva Sin tetas no hay paraíso y transmitida por el canal Caracol de Colombia y después exportado a varios países con bastante éxito, que cuenta la historia de una niña de 14 años que busca sobresalir económicamente vendiendo su cuerpo a hombres vinculados con la delincuencia organizada.
El cine, por su parte, lanzó cintas como la brasileña Ciudad de Dios en 2002 y María llena eres de gracia producción de Colombia y Estados Unidos en 2004.
Es turismo sin el apoyo del gobierno
Aunque las autoridades colombianas no se han pronunciado a favor o en contra de dichas actividades turísticas, Alba Ligia López Rodríguez, investigadora en Calidad y Sustentabilidad en Turismo de Colombia, asegura que éstos no son parte de los paquetes turísticos oficiales del país.
“Es importante resaltar que estas iniciativas de sobreexplotación de la imagen de Pablo Escobar son privadas y de ninguna manera se han promocionado como productos turísticos formales de la ciudad de Medellín”, dijo la especialista en entrevista para Excélsior.
Aunque se desconoce la derrama económica que aportan a la nación colombiana estas iniciativas, que no corresponden a la política nacional, regional o a empresas turísticas reconocidas, expertos afirman que tiene resultados negativos para la imagen exterior del país: “de ninguna manera este personaje ha sido una imagen para resaltar, ni para las autoridades ni para la gran mayoría de los colombianos” afirmó López Rodríguez.
Además dijo que se ha generado una curiosidad morbosa por parte de muchos extranjeros: “así como el mal llamado ‘turismo sexual’ en ciudades costeras de Colombia y que no pueden ser considerados productos turísticos”.
La experta considera que estos paquetes turísticos no son una apología a la violencia, como muchos señalan. “Son relatos meramente históricos, de una realidad que sucedió y que ha traído muchas desgracias a nuestra sociedad, que en 99% es de gente honesta y trabajadora…”
Por su parte el proveedor de estos servicios Óscar Cantor, afirmó que durante la promoción de los recorridos, en los que explota la imagen de Pablo Escobar y otros capos famosos de Colombia, no ha tenido ningún problema con autoridades turísticas de su país o se le ha prohibido realizar el recorrido.
“Es muy libre. Las autoridades nunca me han dicho que no lo haga, pues porque digamos la Hacienda Nápoles es parte del tour, y ahora es un parque muy bonito que ellos mismos administran (el gobierno colombiano)”.
Con el objetivo de conocer la postura oficial de las autoridades, este rotativo buscó la opinión del embajador de Colombia en México, José Gabriel Ortíz Robledo, el cual aseguró desconocer cualquier tema relacionado con dichas actividades y evitó pronunciarse al respecto.