*La Cámara alta suspende sesión por 11 sufragios de legisladores que no estaban físicamente en el pleno…
CIUDAD DE MÉXICO.
Aunque no es una práctica nueva, el Senado registró un episodio de fuerte polémica por la existencia de votos fantasma registrados en la pantalla electrónica, que llevó a la suspensión de la sesión del jueves pasado.
Con al menos 11 votos de legisladores, que se veían en la pantalla, pero que no estaban físicamente en el pleno, el Senado debió suspender su trabajo, porque ni siquiera había quórum.
Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado, era uno de los nombres que se veía en la pantalla, con un voto en favor de la ratificación de un embajador, pero el legislador no estaba en el pleno; estaba fuera del Senado, en un foro llamado El Rumbo de la Reforma Policial en México, de acuerdo con su cuenta de Twitter.
Fue la petista Layda Sansores la que se dio cuenta de que mientras la pantalla electrónica registraba votos, Roberto Gil y otros legisladores no estaban.
Ya en 2011, el también senador petista, Ricardo Monreal, hizo un señalamiento similar, al denunciar en el mismo pleno que la pantalla electrónica permitía votar por legisladores que no estaban.
Durante este periodo de sesiones ha sido evidente la ausencia física de senadores en diferentes momentos, pero a pesar de que el Reglamento del Senado establece que basta que un legislador solicite la verificación de quórum para que se abra de inmediato el sistema de asistencia, la Mesa Directiva ha preferido evadir este procedimiento y postergarlo lo más posible para dar tiempo a que los senadores regresen a sus lugares.
Los casos
Hace dos semanas, Roberto Gil protagonizó una polémica con el PRD, porque mientras estaba la verificación de quórum, tomó protesta al suplente de Mónica Arriola; ceremonia que terminó a la par de que el sistema electrónico comprobó que no había quórum.
Desde hace años la oposición ha denunciado que los votos fuera de sistema se prestan para que “inventen” presencias de quienes no están; el jueves votaron al menos 11 ausentes y eso revivió la acusación petista de los votos fantasma.