El poder de la oración, “más eficaz” que las armas: Norberto Rivera

El presidente Felipe Calderón y su familia asistieron este domingo a la Basílica de Guadalupe a la misa con la que se inicia una Jornada por la Paz en México, ahí el cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que México tiene futuro y que “el poder de la oración es más eficaz que el de las armas”.

En su homilía el purpurado señaló que la Patria se encuentra herida por tanta violencia y corrupción que hay en el país por lo que pidió la conversión “de quienes hacen el mal” y se debe buscar educar en los valores religiosos.

Agregó que esta situación es porque la sociedad actual insiste en exaltar el materialismo y endiosar al dinero y al poder, que reducen al ser humano a un simple objeto, una estadística que se utiliza como medio para alcanzar fines mezquinos.

El cardenal Norberto Rivera señaló que indudablemente la pérdida de la paz obedece a numerosos factores, pero se concentró que deriva de la pérdida de la fe.

En ese sentido recalcó que “creemos en la fuerza de la oración para enfrentar el mal, no de volver el mal con mal, pues creemos que el amor lo vence todo”, al tiempo que enfatizó en que el poder de la oración es más eficaz que el de las armas.

Durante su mensaje el cardenal Rivera destacó la separación de la Iglesia y del Estado y definió que el Estado tienen la obligación de buscar el bien de los ciudadanos, mientras que la Iglesia el bien espiritual.

Seis laicos fueron invitados a pronunciar las peticiones a Dios desde el altar mayor de la Basílica de Guadalupe, entre ellas la esposa del presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, quien leyó un mensaje preparado por su familia.

En el mensaje solicitó al Señor darle paz, esperanza, justicia y caridad al pueblo de México que tanto lo necesita, además de tocar con su amor el corazón de los violentos y darle fortaleza, sabiduría y trabajo al pueblo mexicano.

También pidió a Dios ayuda en particular para los pobres, así como tomar al pueblo mexicano de la mano y llevarlo por el camino de la paz.

A la misa asistió el nuncio apostólico Cristophe Pierre y en representación del Episcopado mexicano, el secretario general, el obispo Víctor René Rodríguez.