El fin de la regla de oro; ahora, el que se mueve sí sale en la foto

*Políticos consideran atinado que el presidente Peña Nieto haya cambiado “las reglas” de la sucesión para 2018. Además de ser aspirante, ahora hay que buscar apoyos…

CIUDAD DE MÉXICO.

La frase “el que se mueve no sale en la foto” fue la regla de oro entre la clase política priista, principalmente en los años previos a la designación del candidato presidencial.

Hecha célebre por Fidel Velázquez, eterno líder de la CTM, funcionó para frenar los ímpetus de los “presidenciables”.

La frase había sido medular en el diccionario del viejo quehacer político en el PRI, a veces como sinónimo de “disciplina” y otras como eufemismo de “si haces algo para promover tu imagen en la búsqueda de un beneficio personal terminarás perjudicado”.

Cuarenta años después de haberse acuñado esa regla de oro, el presidente Enrique Peña Nieto le dio un giro de 180 grados, aceptando que el fundamento de la frase atribuida a Don Fidel no era más que la voz autoritaria del Presidente en turno, antes de la primera transición en México, en 2000.

“Hoy no es así. Hoy es justamente todo lo contrario (el que se mueve sí sale en la foto) para bien de México y para bien de nuestra democracia”, le dijo Peña Nieto al director de Excélsior, Pascal Beltrán del Río en una entrevista, con lo que el jefe del Ejecutivo jaló la aldaba para que los suyos se sientan en libertad de hacer su luchita por sucederlo en 2018.

El jurista José Elías Romero Apis, priista entre los priistas, sostuvo que la frase de Velázquez, “se refería a aquella disciplina, obligatoria, pero sobre todo necesaria para que el Presidente trazara el juego sucesorio sin estorbos, molestias ni dificultades. Es decir, que él pudiera hacer el juego sin que nadie le estorbara, incluyendo los estorbos que pudieran ocasionar el propio precandidato, aquél en quien el Presidente hubiera pensado para sucederlo”.

Porque, dijo Romero Apis, llegó a suceder que el preferido del Presidente en turno se movía tanto, tenía tanta actividad de precampaña y se rodeaba de grupos y hacía compromisos que llegaba a afectar las decisiones del Presidente.

Sin embargo, matizó: “Más que por una disciplina, yo creo que Fidel Velázquez, con toda objetividad se refería a una consecuencia casi de recomendación, ‘no sean tontos, quédense callados, no se muevan’; y así les sucedió a muchos presidentes de la época priista, que llegaron, si no de la sombra tan oscura como López Mateos, sí de no estar figurando, más que en la medida que les permitía su cargo, o porque la vox populi los metía”.

Sobre el giro que hace unos días le dio el presidente Peña Nieto a la vieja frase, Romero Apis sostuvo que el jefe del Ejecutivo Federal tiene razón.

Y explicó que la época en que el líder obrero empezó a usar la frase fue la clásica del priismo en la que la candidatura priista dependía de la voluntad de un solo individuo, como puede suceder hoy en día aún. “No me cabe la menor duda de que el candidato del PRI puede ser quien Peña quiera, sin la participación de la voluntad de ningún otro priista, pero antes la candidatura del PRI era automáticamente la Presidencia de la República y ahora no”, dijo.

“Ahora —añadió Romero Apis—, ser candidato del PRI no garantiza todo; puede ayudar en algo, pero si no se tiene algo con lo que quien busca la Presidencia se haya movido: imagen, compromisos, grupos, el Presidente no le va a dar 15 millones de votos; en el hipotético caso de que Peña contendiera y fuera candidato, a lo mejor podría arañar los 15 millones, no estoy seguro, pero me resulta difícil pensar que esos votos o cualquier otra cifra se las pueda heredar a un candidato priista, por eso no hay mejor forma que moverse para alcanzar el objetivo”.

CAMBIO OPORTUNO

Heriberto Galindo Quiñones, quien ha sido diputado federal y buscó ser el candidato del PRI al gobierno de Sinaloa en junio, dijo que fue muy oportuno que el presidente Peña Nieto haya cambiado la legendaria frase por la de “el que se mueve sí sale”, porque ya no es foto fija, es video, son redes sociales.

“La modernidad de la política en México ya no es de foto fija, es de video y de redes sociales, por eso tiene razón el presidente Peña al decir que el que se mueve sí sale, en la foto, en el video y en las redes sociales y los medios de comunicación que exigen un movimiento razonado, inteligente y productivo. Lo que no se vale es la guerra sucia, lo que se vale es la protección de las ideas y las propuestas con proyectos concretos de políticas públicas, por eso, bienvenidas las palabra del Presidente”.

EL PLEITO

Galindo Quiñones contó su versión sobre el contexto de por qué surgió la frase de “el que se mueve no sale en la foto”. En 1976 él era jefe de prensa de la Comisión Federal de Electricidad, a cargo de Arsenio Farell, quien sustituyó a José López Portillo, que pasó a la Secretaría de Hacienda, y el mentor de Galindo, Ernesto Álvarez Nolasco, trabajaba con Jesús Reyes Heroles, líder nacional del PRI, con quien el presidente Luis Echeverría no tenía una buena relación.

En plena carrera sucesoria de Echeverría, éste le ordenó al secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade, que de forma colectiva “destapara” a todos los que buscaban sucederlo, aunque Echevería ya se había decidido por López Portillo.

Los aspirantes para el sexenio 1976-1982 eran el secretario de Gobernación, Mario Moya; José López Portillo, titular de Hacienda; Hugo Cervantes del Río, secretario de la Presidencia; el secretario del Trabajo, Porfirio Muñoz Ledo; el titular de la Reforma Agraria, Augusto Gómez Villanueva y Luis Enrique Bracamontes, secretario de Comunicaciones.

Con estos nombres en la picota, el entonces gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa, a manera de descalificación de los presidenciables dejó para la historia otra frase célebre: “la caballada está flaca”.

Contó Galindo que el destape colectivo ordenado por Echeverría tenía la finalidad de ir en contra de las formas en que Reyes Heroles llevaba el proceso desde el PRI.

“Por ese destape colectivo hubo un malestar del entonces dirigente nacional del PRI, Jesús Reyes Heroles. Se molestó porque Rovirosa se metió a la sucesión, lo que don Jesús no supo, o no sé si lo supo, es que fue Echeverría el que le ordenó hacer el destape colectivo”, dijo Galindo.

“Lo que quería Echeverría era hacerle sentir a Reyes Heroles que su control sobre la sucesión no era tal, porque además Echeverría ordenó destapar a López Portillo antes de que se aprobara el Plan Básico, para burlarse”.

A la par que Echeverría enconaba a Reyes Heroles, el jefe del Ejecutivo utilizó los servicios de Fidel Velázquez para enviarle un mensaje a Moya Palencia, su secretario de Gobernación, que entre los destapados por Rovirosa era el que más se movía.

Echeverría ya había decidido que López Portillo fuera su sucesor, y por eso debía detener a Moya Palencia con la frase “el que se mueve no sale en la foto”, que había sido modelo de disciplina en el PRI y que a partir del aldabazo de Peña Nieto en esta segunda transición priista, parece haber quebrado o al menos desteñido.