CIUDAD DE MÉXICO, 5 de abril.- Escuchar conversaciones telefónicas ajenas, así como acceder a correos electrónicos de un tercero, nunca fue tan sencillo, pues actualmente en México una persona puede tener acceso a una vasta oferta de dispositivos “espías” que permiten esa práctica desde mil 600 pesos.
Sin embargo, aunque obtener información privada es considerado ilícito, la compra de estos gadgets no lo es, y fomenta un mercado que hasta hoy han aprovechado aproximadamente 18 millones de personas.
“Hay plumas, relojes, pisapapeles y software que sirve para esto, y dada la oferta de estos productos te podría decir que hoy cuesta entre mil 600 y dos mil pesos obtener información ilícita en el país. El mercado es muy grande, pero calculamos que 18 millones de personas han adquirido, por lo menos, alguno de estos productos a través de medios lícitos”, comentó Jorge Manrique, director del Colegio Jurista de México.
Dichos datos fueron revelados por un estudio realizado por el Colegio de Juristas en esta materia, el cual menciona que la permisibilidad para que medios lícitos vendan productos que permiten el espionaje cibernético y telefónico es de preocupar, pues aunque la venta de estos no es penada como lo es su uso, el que estén a la vista fomenta un mercado de espionaje.
“Lo que nos preocupa en la tendencia que existe en medios lícitos para vender estos dispositivos, que aunque los oferten de buena voluntad, obtener información privada es una práctica penada por la ley”, dijo.
“A quien intervenga las comunicaciones privadas sin mandato de autoridad judicial competente se le aplicarán sanciones de seis hasta 12 años de prisión y de 300 a 600 días de multa”, según el Código Penal Federal.
Sin embargo, aunque la acción esté penada, datos del estudio realizado por el Colegio de Juristas reveló que esta práctica es frecuentemente utilizada en México, principalmente, por la comprobación de infidelidades, así como por parte de políticos y de las empresas privadas.