* Los hechos ocurrieron cerca de las tres de la tarde en pleno centro de San Juan de Abajo este 11 de mayo 2010; a unas cuadras de donde vive el alcalde, Héctor Paniagua Salazar, quien no estaba en su domicilio. Llegó la policía estatal y militares; no hay detenidos.
Por la Redacción
Los hechos iniciaron poco después de las dos y media de la tarde de este 11 de mayo 2010, por la calle Morelos entre las calles 5 de Febrero y Victoria Anaya del centro de San Juan de Abajo, donde dentro de un local comercial se localizó el primer acribillado. El segundo cuerpo quedó sobre la banqueta de la calle Lázaro Cárdenas, una de las principales arterias de este poblado a escasos 30 metros de la Iglesia de San Juan, justo en la parte de atrás de la misma manzana donde se encontró el primer cadáver.
Según trascendió entre los testigos presenciales los disparos de arma de fuego, al parecer de las conocidas como cuernos de chivo, se escucharon en el interior de esta manzana que está comprendida entres las calles antes mencionadas, luego de que grupos armados que iban en tres camionetas pick up, ejecutaron a su primera víctima dentro del local comercial.
Sin especificar cuantos corrieron desde el interior de este local, se supo que la persona que quedó cerca de la iglesia, armado con una arma larga, brincó una barda y cayó en el patio de una de estas casas, corriendo iba disparando hacía atrás, como si lo iban persiguiendo, fue así que de esta manera salió a la calle Lázaro Cárdenas por un zaguán, pero justo antes de salir a la baqueta, dejó su arma en el interior a escaso un metro de la banqueta.
Al salir del zaguán, corrió hacia el rumbo de la plaza, pero a media cuadra estaba estacionada una motocicleta en la cual se montó y trató de echarla a andar. Un menor de edad, propietario de la moto que estaba enfrente dentro de una paletería, al observar que el sujeto trataba de llevarse su moto, corrió para detenerlo. Cuando el chico se acercó, al parecer le dijo que esa moto era de él, fue cuando el tipo le exigió que la echara a andar. El jovencito asustado acató la orden y con el sujeto atrás de él, arrancó su moto, la cual al parecer por orden del desconocido, se subió al camellón para tomar los carriles contrarios que llevan a la plaza del poblado.
Fue en ese momento que en sentido contrario llegaron tres camionetas con hombres armados. El sujeto y el chico alcanzaron a llegar a la paletería, el tipo se metió al comercio y el menor fue atrapado por las personas armadas quienes lo bajaron de la moto a patadas, según narraron los testigos que desde lejos observaron toda la acción.
Sin embargo, al parecer los hombres armados lo confundieron como compinche del otro sujeto que se había metido a la paletería intentando huir de los agresores. Fue por ello, que de inmediato fue liberado y el chico llorando se metió a la iglesia hasta donde minutos después llegaron sus familiares y se lo llevaron.
Mientras que unos se encargaron del menor, otro de los ejecutores con palabras altisonantes le gritaron al sujeto que saliera de la paletería de donde finalmente fue sacado, lo retiraron unos pasos y ahí sobre la banqueta le dispararon, al parecer primero con una arma corta, pero luego, desde lejos los testigos observaron que ya tirado sobre la banqueta lo rociaron de balas en pleno rostro con una arma larga, para luego huir los hombres armados con rumbo hacia la gasolinera que esta por esta misma calle hasta que se perdieron de vista.
Otra versión de los hechos, según testigos, es que por la calle 5 de Febrero, los agresores empezaron a discutir con los ahora occisos, y que el ejecutado dentro del local comercial, luego de esta discusión y salir la armas a relucir, este corrió hacia la esquina y dio vuelta por la calle Morelos para internarse en este local comercial donde finalmente fue ejecutado con balas que le dieron en pleno rostro dejándolo irreconocible.
El otro sujeto, quien huyó de sus agresores con un arma larga en la mano, corrió hacia la barda de donde antes era un cancha deportiva y que ahora está la oficina de correos, la brincó y fue por ahí como se internó a los corrales de las casas para finalmente salir a la calle Lázaro Cárdenas por el zaguán antes mencionado donde largó su arma para luego ser ejecutado de misma forma que el otro a escaso 30 metros de la Iglesia de San Juan.
Minutos después de los hechos llegaron al lugar de los hechos patrullas municipales y estatales que de inmediato acordonaron el área mientras llegaba el agente del Ministerio Público de Valle de Banderas así como el perito criminólogo, quienes dieron fe de los hechos. Más tarde llegaron elementos de ejército y ya cerca de las cinco de la tarde, ambos cuerpos fueron trasladados a los descansos de las funerarias del municipio donde se les practicaría la autopsia de ley.
Cabe mencionar, que al parecer, en el local comercial donde se encontró al primer ejecutado, se localizaron entre 20 y 30 bolsas de aproximadamente 50 gramos de vegetal verde. Asimismo, en el patio trasero de este local comercial, trascendió que había una granada de mano tirada en la tierra, la cual estaba sin detonar.
Sobre las balas percutidas, se localizaron en torno de los dos cadáveres 32 cascajos, sin embargo, también se supo, que antes de que llegara la policía municipal al lugar de los hechos, varios jovencitos tomaron cascajos que vieron tirados en donde se encontró el segundo cuerpo.
De manera, oficial, el director de Seguridad Pública, Luis Manuel Becerril, informó que él recibió el reporte de la balacera 15 minutos antes de las tres de la tarde. Posteriormente, fue notificado, sin confirmar, según versiones recabadas entre los testigos por los policías municipales, que las personas armadas llegaron a ambos lugares en dos o cuatro camionetas, que en el primero de los casos hubo discusión con los ahora occisos y sus ejecutores y que la segunda persona muerta, logró huir y que durante el trayecto para llegar a la calle Lázaro Cárdenas, tiró el arma que llevaba, para luego ser alcanzado por sus seguidores y darle muerte también. Los occisos no traían identificación personal, es por ello, que fueron consignados por la autoridad ministerial como personas desconocidas.
DE ULTIMA HORA:
Datos confirmados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Nayarit, revelaron el nombre de uno de los dos ejecutados en San Juan de Abajo, Bahía de Banderas, se trata de José Quirino Hernández Gutiérrez, de 38 años de edad, originario de La Quebrada, municipio de Compostela y vecino de San Juan de Abajo, pero el segundo acribillado aún no ha sido identificado y continúa como “NN” en los descansos de la funeraria.
La autopsia de Ley, revela que los hombres recibieron impactos de bala 7.62 x 39, AK-47, conocidas como «cuernos de chivo», del calibre .223, R-15 y 9 milímetros.
Los impactos los recibieron en cara, tórax y abdomen; todos fueron certeros. En el interior del domicilio encontraron un cuerno de chivo tirada, granadas de fragmentación y droga para su distribución en venta.