*Sin importarle al gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, la inconformidad de empresarios turísticos y ciudadanos que pidieron al ex alcalde, Rafael Cervantes y después a José Gómez, quitar los anuncios espectaculares de la carretera 200, principal acceso a Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, el mandatario estatal los utilizó para publicitarse de manera personal…
Por Paty Aguilar
Avala Roberto Sandoval, Gobernador de Nayarit, la contaminación visual que anuncios espectaculares de piso aledaños a la carretera 200 ha generado desde la pasada administración que presidió, Rafael Cervantes Padilla y que el actual, alcalde, José Gómez Pérez, ni un dedo ha movido para acatar la solicitud de empresarios turísticos y ciudadanos que desde un principio repudiaron la instalación de estas mallas llenas de anuncios a lo largo de dicha carretera, desde Jarretaderas hasta la Cruz de Huanacaxtle.
A propósito del V Informe del gobernador que se celebró este lunes 24 de octubre 2016, comunicación social del gobierno del estado de Nayarit, que preside, Rafael Vargas, se dieron a la tarea de tapizar la carretera 200 para instalar anuncios de los logros que durante este año se hicieron en Nayarit, en su mayor parte con recurso federal, por cierto.
Es increíble como a lo largo de carretera cada tres o cuatro anuncios, hay uno del gobernador, Roberto Sandoval y todos con su imagen. No se sabe si la empresa PUBLINAYA, propietaria de estas grandes pantallas publicitarias, esté recibiendo dinero a cambio o simplemente lo haga de manera gratuita a favor del Gobierno del Estado, el hecho es, que lo que repudian los empresarios turísticos y mayor parte de la ciudadanía de Bahía de Banderas, que es la contaminación visual de la carretera 200 que ya en Puerto Vallarta, desapareció, ahora el gobernador, Roberto Sandoval, publicite su persona de esta manera, avalando con ello a dicha empresa que nació con Rafael Cervantes y que para ello, su Cabildo reformó el Reglamento de Anuncios para tal fin, en un acto que fue reprobado desde un principio por la única regidora del PRD que se opuso en aquel entonces, Mariel Duñalds Ponce.