- DIF Municipal atenderá esta familia luego de ser notificada de los hechos. Centro de Salud de San José del Valle atendió al menor de 10 años de edad que requirió atención médica luego de que su padrastro lo agarró a patadas, sin embargo, no dio parte a las autoridades
Por Paty Aguilar
Preocupados vecinos del fraccionamiento Santa Fe, vía Facebook, pidieron la intervención de este medio de comunicación para denunciar los hechos, ya que dos menores de edad estaban siendo maltratados por la pareja sentimental de su madre que tiene su domicilio en esta comunidad. Por supuesto vamos a omitir sus nombres, porque se trata de una pareja que consideran peligrosa, dado que el hombre, tiene muchas cuentas pendientes con las autoridades y la madre, al parecer es muy violenta.
Sobre esta petición de auxilio, dimos a cuenta al DIF Municipal, donde ofrecieron investigar y atender esta situación. Por otra parte, visitamos a la abuela de los menores que también tiene su domicilio en este fraccionamiento, fue así que nos enteramos cómo este individuo, sistemáticamente golpea al niño de 10 años, mismo que no va a la escuela porque ni su madre, ni su abuela, han logrado que el pequeño se interese por asistir.
La última golpiza que este sujeto le propinó al niño, ocurrió hace como dos semanas, lo pateó a tal grado que el diño se dolía de sus costillas, fue por ello, que su abuela y su tio de 16 años de edad, lo llevaron al Centro de Salud de San José, ahí se les dio atención, pero a pesar de que el joven de 16 años les pidió que dieran parte a las autoridades, el personal de esta unidad médica hizo caso omiso.
Lo anterior, fue narrado por este joven que impotente comentó que nadie les hace caso y están a merced de este tipo, ya que tanto él como su hermana de 13 años de edad, han sido objeto de acoso, amenazas y humillaciones. Estas agresiones se las hicieron saber a la agente del ministerio público de Valle de Banderas, quién no quiso levantar un acta por los hechos, ya que les pedía a los menores pruebas de sus dichos.
La abuela apenas puede moverse porque hace poco tiempo sufrió un accidente, lo que genera que ya no pueda trabajar como antes, ellos se dedican a vender verduras en una camioneta que apenas hace como un mes, el sujeto maltratador la chocó y se niega a pagar los daños. Así que la situación económica de esta familia es precaria, por lo que el apoyo del gobierno debe darse de inmediato.
Los adolescentes, afortunadamente siguen en la escuela, el joven está en la tele preparatoria del Porvenir y la muchacha en la secundaria, ellos cuentan con una beca de Oportunidades, pero no es suficiente, por lo que a veces, el joven tiene que irse caminando hasta su escuela desde el fraccionamiento Santa Fe, es decir, a pesar de la situación de violencia que están viviendo, los chicos sienten la necesidad de seguir estudiando, no así el menor de 10 años. Cabe señalar, que la directora del DIF Municipal, licenciada Yusara Ramírez, al ser enterada de los hechos, de inmediato envió personal especializado para atender a esta familia.
Historias como la anterior se repite a lo largo y ancho del municipio, la violencia intrafamiliar es un fenómeno social que no es tratado de manera profesional, no se cuentan con cifras precisas sobre su ocurrencia, en las escuelas no hay manera de detectarla y si lo hacen, no se da parte a las autoridades correspondientes y si lo hacen, no hay una respuesta de parte de las autoridades para diseñar políticas públicas que permitan disminuir la incidencia.
Los agentes del ministerio público no le dan importancia a este tipo de violencia, no las toman en cuenta y el DIF Municipal, tampoco cuenta con lo necesario para proteger a los menores de edad que están siendo violentados, ya que en Bahía de Banderas no hay albergues, por lo que dependen de los espacios que hay en otros centros como en Tepic o en Puerto Vallarta en casas hogar. Pero lo peor, es que tampoco se visualiza a corto o mediano plazo, programas o proyectos locales que vengan a apoyar a estas familias que son caldo de cultivo para que los menores se conviertan en un dolor de cabeza para la sociedad.
“Yo lo que quiero es que a mis nietos se los lleven a donde ellos puedan estar internados y estudiar, que terminen su primaria, la secundaria, porque yo no puedo ayudarlos y no quiero que caigan en las drogas o la malvivencia” comentó la abuela de estos chicos que andan a la deriva, sin rumbo.