* Inspectores del Ayuntamiento pretendieron decomisar la comida de doña Engracia que desde hace nueve años vende a taxistas y trabajadores de Nuevo Vallarta, hasta una patrulla municipal llegó a auxiliar a los inspectores
Por Paty Aguilar
Desde hace nueve años, la señora María Engracia Ibarra, en su auto particular lleva comida a Nuevo Vallarta todos los días para venderla principalmente entre los taxistas, su comida es tan buena y económica, que el día de ayer, cuando un par de inspectores del Ayuntamiento pretendieron decomisar su producto por no traer permiso, los taxistas intervinieron con el fin de que no le quitaran la comida a doña Engracia.
La intromisión de los taxistas, hizo que uno de los inspectores se molestara tanto que la emprendió contra ellos, a tal grado que se apersonó al sitio de taxis para llamarles la atención por el hecho de que le estaban comprando comida a la señora. Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 9 y media de la mañana de este miércoles en las instalaciones del hotel Vallarta Palace, en el área vial por donde entran taxis al hotel, es decir, la señora con su carro Atos de color blanco, estaba estacionada en ese lugar sirviendo comida a los taxistas.
Al pasar por el lugar y ver el tumulto, nos apersonamos para ver que estaba ocurriendo. Fue así que entrevistamos a Calixto Rivera Mascorro, Secretario General de la Sección 38 de la CTM de los Choferes de la Zona Turística, quien explicó que a pesar de que en Nuevo Vallarta no se expiden permisos de esta naturaleza, los inspectores del Ayuntamiento han sido tolerantes con la vendedora de comida, debido a que el alcalde, Héctor Paniagua Salazar, sabe de la necesidad que ella tiene de trabajar, pero también el hecho de que ellos requieren comprar comida sana, higiénica, pero además económica y más en estos tiempos, dijo, que la situación económica está por los suelos. Es por ello, dijo, que los inspectores no le dicen nada a la señora, porque ella se estaciona dentro del área del hotel y no sobre las calles.
Pero en esta ocasión, agregó, cuando llegaron estos inspectores a revisar a la señora, que por cierto son nuevos en la zona, le preguntaron si tenia permiso, ella les contestó que tenía permiso verbal del presidente municipal, y haciendo caso omiso, le informaron a doña Engracia que le iban a decomisar sus cazuelas, su hielera y todo lo que traía, pero la señora se defendió con el argumento de que no se le había levantado ningún folio, por lo tanto no tenían derecho de quitarles sus cosas.
Fue en este ínter cuando uno de los taxistas intervino a favor de la señora y de la necesidad que tenían ellos de que les vendiera comida. Comenta Calixto, que al recibir él su comida se retiró a su sitio que casi está frente al lugar donde se registraron los hechos, pero cuando estaba a punto de comer, llegaron hasta ahí los inspectores luego de haberle levantado un folio a la señora, para exigirles que no debían de comprarle comida ya que ella no tenía permiso.
Fue así que se hicieron de palabras ya que Calixto le aclaró al inspector que estaba discutiendo que él que no tenía derecho de indicarles donde comprar su comida y entre dimes y diretes, uno de los policías municipales, los cuales fueron llamados por los inspectores cuando empezaron a discutir con los taxistas, pidió al inspector alegador que aplicara su criterio, que se diera cuenta de lo que estaba haciendo, pero el sujeto siguió muy molesto, incluso, siguió a otro de los taxistas hasta al sanitario que el hotel les presta y que está ubicado cerca del área vial para seguir discutiendo. Desafortunadamente no pudieron decir los nombres de estos inspectores, ya que sus firmas en los folios son ilegibles y los mismos cuando llegaron no se identificaron.
Finalmente, Calixto señaló que apenas podía creer lo que había ocurrido con este inspector del Ayuntamiento y confío en que el alcalde, Héctor Paniagua Salazar, permitiera a la señora Engracia seguir vendiendo su comida, ya que para ellos es una necesidad comprar su comida buena y económica y que doña Engracia se las vende desde hace nueve años.