Construir Señuelos a Mano para Pescar es Pasión del Joven Pescador Chucho Saldaña

*Víctor Manuel Saldaña Murillo, es su nombre. Se trata de un joven pescador que tiene el talento artesanal para crear diseños de señuelos para la pesca, lo que también se conoce como curricanes. Es de Puerto Vallarta, pero el taller artesanal está en San Vicente, Bahía de Banderas…

Por Paty Aguilar

Es pescador, es artesano y ahora forma parte de un pequeño taller, propiedad del también pescador, Ernesto López Ayala, de San Vicente, sin embargo, antes de ponerse en manos de su ahora maestro con quien se asoció hace como tres meses, Víctor Manuel Magaña Murillo, Chucho Saldaña, como también se le conoce, ya llevaba un tiempo elaborando a mano sus propios señuelos, pero con la nueva enseñanza adquirida, su destreza creció significativamente y ya en este taller San Vicente Lures, empiezan a crear juntos, diseños propios de los señuelos y su nado para verificar su desempeño por cada prototipo que nace de su creación.

Entrevistado al respecto, en el marco de la rueda de prensa que se ofreció para anunciar el 5º Gran Torneo de Pesca de Jarretaderas 2016 que se celebrará el próximo domingo 15 de mayo a partir de las 7 de la mañana, Chucho Saldaña, explica que antes de mostrar u ofrecer algún señuelo de su creación, primero se lleva a nadar, se prueba en el mar o río y luego se explica a los interesados cómo nada el señuelo y porque y para que lleva colores específicos, dado que cada señuelo, según sus forma y su color, es para cada especie de pez en específico.

Mostró dos modelos de señuelos, uno de ellos, el más pequeño llamado sardín de 7 centímetros, está especializado para róbalo, pargo y curel, así como también para toros, gallos, bonitas, choras, que son especies de superficie y el otro más grande, de 12 centímetros, también llamado sardín, tiene un color más específico y el nado está diseñado para pargos, coconaco, colmillón, alazán o el otro pargo conocido como bombo. Son colores brillantes que tiene el señuelo combinados con oscuros, pero el tipo de nado que genera el señuelo debido a su diseño por su forma y peso, es sin paleta para que el animal lo asocie más con una presa comestible que con un plástico o madera.

Ambos modelos, dijo el joven artesano, son diseños de madera, tienen incrustaciones y peso equilibrados con plomo en el señuelo y el recubrimiento se hace con pintura, aluminio, iridiscente. Se trata, comentó, de un señuelo más de colección por su costo, entre 200 y 400 pesos, sin embargo, dijo, hay pescadores que no les importa el costo y los utilizan para pescar, pero mucha gente lo compra para coleccionarlos.

Finalmente, comentó que se trata de que con estos señuelos se llenen las expectativas del pescador y de quienes gustan de la pesca deportiva, así como de los espectadores que gustan coleccionarlos. Por el momento, dijo, es un hobby, pero si se tiene contemplado constituir una empresa cien por ciento artesanal, todos serían hechos a mano.

Para terminar un señuelo de cero a cien, dijo, se necesitan dos días de trabajo manual con navajas, seguetas, cepillos tipo lija, no se meten cierras, todo es a mano, incluso la herramienta se hace a mano, porque se adapta para el trabajo individual.