Colonos Tampoco Desean Gasolinera en Lomas del Calvario

Una familia ofreció su casa para cambiarse y no obstaculizar el proyecto de una gasolinera pero les daban apenas un millón de pesos y luego de acusadores resultaron acusados de parte de los empresarios.

Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV

En la colonia Lomas del Calvario, vecinos tampoco quieren gasolinera.

Fue el señor Francisco Romero Gómez, quien dijo al saber del proyecto, ofreció vender su casa, pero los empresarios enredaron las cosas, de acusador fue acusado de parte de los empresarios.

Lo anterior dijo en reunión de la comisión de protección civil municipal, “soy de la personas que quedo dentro del núcleo del proyecto, por eso quise vender, mi inquietud es con la autoridad en especial del procurador social municipal, Juan Hernández, quien no ha hecho nada”.

Es una cadena de colonias que se suma al rechazo en contra de la instalación de este tipo de negociaciones que resulta un riesgo para los habitantes, cuando los procedimientos no se hacen bien.

El señor Francisco José fue a proponer a mi marido y a mí a que le vendiéramos nuestra casa, para el proyecto de la gasolinera, “como no tenemos alternativa ni ayuda de nadie optamos por acceder, pero nos encontramos con un problema, pues nos ofrecen un millón de pesos, nosotros pedimos más, y después nos cambiaron las cosas, aunque nos amenazaron que con o sin permisos harían la obra”, dijo una de las afectadas.

La gasolinera está por concluir en Ixtapa, este es el típico caso de corrupción, señaló en su momento la regidora de Movimiento Ciudadano, Susana Carreño al encabezar una reunión de la comisión de protección civil.

“Porque si los ciudadanos vienen aquí, si los vecinos dicen no a la corrupción, porque los funcionarios dicen sí”.

Todo esto saldrá a relucir, amenazó la edil, por su parte la expositora señaló que su casa está por debajo del nivel donde se construye la terminal de combustible.

No se diga de la actitud de los servidores públicos comenzando por el presidente municipal, Ramón Guerrero y del procurador social municipal, Juan Hernández, que son oído sordo para reclamos de la ciudadanía, dijo la vecina afectada en Ixtapa.

Qué intereses hay detrás, dijo.

Carreño intervino y dijo estar desilusionada pues no se ha presentado este juicio de lesividad, nada, no hay información.

Ahí están los expedientes, de quienes otorgaron permisos para gasolineras en Ixtapa y Parque Las Palmas, así como de Villas Universidad II.

Dijo Susana Carreño que para la próxima semana se reunirán de nueva cuenta y se contará con la presencia del procurador social municipal, Juan Hernández, del síndico Roberto Asencio y de abogados del área jurídica, para que expliquen lo que sucede en estos casos.

Se pide la revisión de los usos de suelo, donde edifican gasolineras, dijo por su parte uno de los vecinos en Parque Las Palmas, donde hay otro proyecto de terminal.

Que se contemple también – dijo-, que no haya más gasolineras en el municipio de Puerto Vallarta pero que se tomen acuerdos de que las que están en proceso de construcción sean detenidas.

Susana Carreño respondió que hubo permisos que se otorgaron en la pasada administración, y para revocar esos se debe iniciar el juicio de lesividad.

Si el procurador social sabe y es abogado debió haber iniciado ese trámite, no han estado al pendiente del procedimiento o qué sucede, cuestionó uno de los afectados.

Hay inconformidades en los cuatro proyectos integrales de gasolineras, por lo que es procedente los juicios al respecto para que sean revocados los permisos, añadió el inconforme al hacer uso de la voz en la reunión.

Se dijo que en Villas Universidad II y Parque Las Palmas, hay el temor de que los encargados de estos proyectos sean delincuentes de cuello blanco, personajes intocables o ligados a otras actividades ilícitas.

Además se comentó que aún cuando ya se dieron los permisos correspondientes para estos proyectos, faltan los de operación de los mismos, dijo una de las afectadas en Villas Universidad II.

Esas licencias no se han entregado, con ello queda un reducto para que los proyectos no sigan, aunque se hubiera hecho, sin que existiera un inicio de obra.