Socorro Hernández de Las Canoas, de 71 años de edad, manifiesta que el baile, evitar sedentarismo y comida chatarra, es garantía de salud
Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
Es muy sencillo para mantenerse en buena salud, solamente se requiere estar de buen humor, tener una alimentación balanceada y hacer ejercicio.
Son las palabras de la señora Socorro Hernández de la colonia Las Canoas, cuenta con 71 años de edad y su principal mal es el azúcar, pero de su chequeo este lunes en la conclusión de la semana nacional de salud y del adulto mayor, está registrada con un nivel de 103 en la sangre, lo que a decir de la enfermeras es un parámetro aceptable.
Doña Socorro luce pelo blanco, dentadura que ha sido testigo del paso de los años, su semblante es lo que representa, una persona adulta mayor, bien conservada, solamente se apoya para caminar de un bastón de madera.
De ahí en fuera, dice, “pregunta a mis vecinos cuánto camino y verás que soy una persona muy activa a pesar de mi edad”.
Revela que la fórmula para estar en óptimas condiciones de salud para una persona adulta mayor, consiste en actividades y alimentación natural.
Estar de buen humor, comer bien a la hora y con productos naturales, estar de buen humor siempre, bailar y hacer ejercicio, es todo lo que se necesita.
Aunque dice en entrevista para este medio, que las nuevas generaciones están pasando por un mal momento para mantenerse en un óptimo estado de salud.
Lo anterior principalmente por la gran cantidad de alimentos chatarra, refrescos, golosinas y bebidas embriagantes, así como comida artificial.
Hoy la gente, los jóvenes, dice, no hacen ejercicio, llevan una vida sedentaria.
Sentados todo el día frente al televisor o los niños jugando con maquinitas, cuando lo indispensable es estar en las calles y haciendo deporte.
En la vida, recomienda Socorro, es estar activos y produciendo para tener buena salud.
Ella acudió a los módulos instalados por la VIII Jurisdicción Sanitaria, a donde fue gratuitamente a un chequeo médico y su preocupación el azúcar en la sangre, le dijeron, estaba bien muy por debajo de lo que presentan otras personas más jóvenes y con obesidad, situación alarmante.