Por Licenciado Mauricio Lira Camacho
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Egipto y el Rodrigo Aguilera Ratero de Liverpool
Egipto y países del oriente medio nos han puesto el ejemplo de cómo hacer nuevas revoluciones para expresar y derrocar sistemas.
Hubo violencia, sí, la hay y se debe correr el riesgo, es el precio de la opresión y dictadura.
No fueron revoluciones como la historia ha mostrado a través de los años.
Túnez, país del norte de áfrica comenzó la revuelta y tumbó a su gobierno.
Siguió Egipto, y todo comenzó por un representante de Google en áfrica y oriente medio.
Los mensajes en facebook pegaron, la gente se contagió y quitaron a Hosni Mubarak.
Sigue Argelia, Libia, Paquistán y Yemen del norte, bueno hasta los cubanos están preocupados, de que esta fiebre de anti tiranías, les pegue.
México no debiera ser la excepción, no para tumbar presidente, sino para expresar nuestro repudio ante gobiernos que no satisfacen a la ciudadanía.
En Egipto no llevó más de dos meses, lograr un solo objetivo.
En México, pese a los claros ejemplos de ataduras no podemos, que pasa, será el nivel cultural, educativo o de idiosincrasia, o es porque estamos conformes.
Aumentos de impuestos graduales en gasolina, luz y agua, peaje en carreteras y canasta básica son una burla, pero todo aguantamos.
Vamos a Puerto Vallarta, con este gobierno lleno de estupideces una y otra vez.
Asesorías que recibe nuestro alcalde, Salvador González todas ellas en perjuicio de la ciudadanía.
Impuesto predial, basura y licencias, pagos que debemos hacer como contribuyentes, si, pero lo justo.
Ni un peso más escondido disfrazado de impuesto especial o contribución gratuita, con alto valor social y político.
Por qué nos dejamos, que o quienes nos intimida, o de plano estamos conformes con lo que pasa.
Dónde está esa sociedad participativa, esos organismos de cúpula dispuestos a una refriega de intereses.
Los grupos y organismos sociales que en los últimos años solamente aguantan medidas contraproducentes.
Basta, elevemos una sola contra las injusticias.
Rodrigo Aguilera Ratero de Liverpool
Todos sabemos que sus escritos llevan una dedicatoria impuesta, de quien gobierna.
Sabemos que responde a intereses de Javier Bravo Carbajal, de cuando alcalde y posterior a su mandato nefasto como su esbirlo mismo.
De haberlo defendido hasta el cansancio en el caso de pepe muelas, de ser compinche, de ser comparsa.
De haber dicho que salió como el presidente número uno y ejemplar de Puerto Vallarta.
De ser hoy, el orquestador de la política en comunicación social de Salvador González, de los valores entendidos para golpear gente 1,2 y 3.
Eso lo sabemos, por eso no nos sorprende que tras una refriega que sufrió en manos de una dama, aceptara que escribe contra señalados por orden de Salvador González, que es eso y nada más.
Pues no descubrió el hilo negro, lo sabíamos y no nos espanta, sabemos lo que ocurre tras bambalinas.
Pero es denigrante para su persona, actuar como lo hace sin dar la cara, esconderse y agachar la mirada hasta que es sorprendido y que, a la menor provocación acuda al llamado de los policías para defenderse.
Más aún, que quienes lo defienden a capa y espada, hoy le dan la espalda y se burlan de él y su falsa hombría.
No ha sido la primera vez que lo agreden físicamente, ya lo hicieron varias personas, entre ellas Sebastián Zavala y ahora recientemente una dama, y vendrán más, habrá más agresiones, dirán que es alimentar su ego porque lo disfruta, pero no, queda demostrado lo poco hombre que es y la pobre forma de ejercer tan noble profesión.
Quienes lo conocemos, nos jactamos de burlarnos de él y sentir pena y vergüenza.
Es poco hombre, con respeto para los maricones.
Allá él y su futuro, el tiempo nos pone a cada quien en el lugar que merecemos, yo sigo e la filosofía que nada es eterno y todo así como sube tiende a caer y pobres de quienes lo elevan y están sujetos a sus extorsiones, solamente que no olviden, que cuando menos se lo esperen les dará la espalda y caerán en cuenta.
Yo sigo esperando el momento, soy paciente demasiado paciente, afortunadamente el tiempo siempre me da la razón.
Mau