Por Licenciado Mauricio Lira Camacho
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Chavita Enamorado
Nuestro alcalde está enamorado, está bien, tiene derecho.
Nada más que, según me recuerda una amiga del facebook, no nos vaya a salir Salvador González como Javier Bravo Carbajal, con que su novia sea de alquiler.
Me recordaron que en campaña Javier Bravo Carbajal, para despistar a los conocedores que anduvo con una niña muy guapa y estaba de manita sudada.
Hasta se hablaba de boda y de ponerla en el DIF como primera dama, es decir, a su entonces novia.
Pero…
Cuando Bravo ganó las elecciones, venciendo a Miguel Ángel Preciado Bayardo, el primero comenzó a alejarse de su entonces novia.
Al grado que a punto de entrar como presidente municipal de Puerto Vallarta, Bravo terminó su relación sin más explicaciones, los besitos de trompa en público se terminaron.
Fue cuando comenzó el ex profesor de ética en escuela primaria, se dejó ver ya con más frecuencia al lado de Pepito Muelas.
Su inseparable asistente en las malas y muy malas.
Aquella novia pasó al olvido, el contrato de fingir había terminado, ella lo sabía.
Y de ahí en adelante durante tres años, el trienio de Javier Bravo Carbajal estuvo lleno de bombones, muchachitos con las uñas bien pintadas y ceja depilada.
La bombonera dirían los malosos.
Críticos del sistema dicen que no nos vayamos con la finta, ese noviazgo de chava con todo respeto, esperan no sea más de lo mismo que con Javier Bravo Carbajal.
Distractor de imágenes.
Para nadie es un secreto que Javier Bravo fue todo menos que alcalde, lo mismo que con Chavita y ahora enamorado, que no le llegue a la ciudadanía con una imagen de niño pobeshito.
Que le tengamos estima y le justifiquemos su mal gobierno que sigue en picada.
Imagínense a sus asistentes en diálogos como el siguiente solamente para que nos demos una idea del grado al que podríamos llegar:
Jesús Sánchez secretario general diciendo a Chava “alcalde no tenemos para aguinaldos y la gente comienza a alborotarse”.
Salvador González diría: “pero cuál es el problema, la vida es bella, que no lo notan, relájense”.
O Roberto González director de servicios públicos, “mío alcalde ya no aguantamos la basura, necesitamos licitar”.
Chava diría, “amor entre todos esperen estoy organizando mi boda, aguanten”.
O a la tesorera Martha Alicia Peña, “alcaldito ya no tenemos para pagar intereses a pensiones del estado”.
Chava diría, “cuál es el problema, seamos hermanos el amor es algo bello no lo creen, soy tan feliz”.
Al tiempo que en su oficina nuestro presidente estaría en estos días cortando flores de una margarita”, “me quiere, no me quiere, me ama, la amo, me quiere, no me quiere…..ahhhhhh el amor”.
De nuestra parte le diríamos que bueno que el alcalde esté enamorado, es una etapa bella en la vida que nos deja babeando en las banquetas, pero que no se le olvide en su caso que el amor no sea justificante de que siga el pésimo gobierno, si de por si todo lo ve color de rosa como su caballito de mar en campaña.
Alcalde enamórese, sí, pero gobierne como hombrecito.
Ahhhhhh el amorrrrrrrrsssssssssssss, alcalde no se le olvide Puerto Vallarta y sus problemas.
Ahí le encargamos.
Esta columna a colación por un mensaje que me enviaron de carácter privado a mi facebook, textual:
“Mauuuuuuu, por si te sirve de algo o ya lo sabes Salvador González Reséndis entregó anillo de compromiso a su prometida Jesica en restaurant Le Kliff en un ambiente privado, por la madrugada el pasado 17 de noviembre, lleno de 100 arreglos florales.
La fiesta se acabó a las 4 am, le entregó el anillo en la terraza de Le kliff, después juegos pirotécnicos desde un velero.
Más de 100 arreglos florales, todo fue intimo, afuera varias patrullas y coches con logos del ayuntamiento”.
Hasta aquí el texto.
Amorrrr, amorrrrrr, ahhhh el amor a mis queridos cibernautas y lectores les mando un beso y todo mi corazóóóóóóóóónnnnnnnnnnnn, nos leemos la siguiente semana.
Smuack.
mau