*El Alcalde, José Gómez, engaña a la ciudadanía con entrega de 10 vehículos Tsuru usados para Seguridad Pública, así como 20 bicicletas, 12 moto patrullas y 2 cuatrimotos para dar cobertura de vigilancia a 36 pueblos y más de 15 fraccionamientos…
Por Paty Aguilar
NoticiasPVNayarit
La ola de robos del fueron común, como asaltos a mano armada y con arma blanca, así como robos en casa habitación que durante la administración municipal del alcalde, José Gómez Pérez, se han disparado de manera escandalosa en Bahía de Banderas, derivado de la falta de rondines de vigilancia porque la Dirección de Seguridad Pública, no cuenta con patrullas suficientes, solo 4 hasta hace tres días.
Con ínfulas de presumido, el presidente municipal, durante el evento de arranque de obra de la vialidad de un kilómetro que conectará de la carretera Mezcales a San Vicente al edificio que se construirá para albergar el Hospital Regional del IMSS, dio a conocer que al otro día entregaría patrullas a Seguridad Pública y le hizo la invitación al gobernador, Roberto Sandoval, para que asistiera.
Obviamente, dejó la idea que se trataba de verdaderas patrullas. Sin embargo, el día del evento que se preparó para hacer esta entrega a Seguridad Pública Municipal, grande fue la sorpresa, cuando en vez de patrullas policiacas debidamente equipadas, como las de Puerto Vallarta y otros municipios, lo que entregó fueron 10 vehículos usados y tipo Tsuru, así como 20 bicicletas, 12 motos y 2 cuatrimotos.
Esto fue lo que escribió en su muro del Facebook, José Gómez “La seguridad es una tarea de todos, responsabilidad del gobierno y como tal estamos cumpliendo gracias a Dios para poder recuperar la tranquilidad de nuestro municipio de Bahía de Banderas, Nay. Entregamos 42 unidades de transporte y además reforzaremos el programa vecino vigilante. 10 patrullas, 12 moto patrullas, 2 cuatrimotos, y 20 bicicletas todo bien equipado con sirenas, farolas y radiocomunicación. Voluntad y creatividad, factores importantes para la Transformación. Animo!”
Por supuesto que estos vehículos al mirarlos, no intimidan a nadie, mucho menos a los malandrines. De hecho, hace tiempo unos policías debidamente uniformados, que traían armas largas en un Tsuru blanco como patrulla me comentaron que les daba vergüenza arribar a los lugares con este tipo de unidades que en vez de inspirar respeto y temor, les daba risa a los ciudadanos al verlos bajar del vehículo.