Huéspedes Demandarán al Crown Paradise

Acusan aparente prepotencia de parte de elementos de seguridad, los agredidos presentarán denuncia penal y ante PROFECO

Por Mauricio Lira Camacho

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Lo que parecía ser un incidente menor, se tornó en un verdadero problema para huéspedes del hotel Crown Paradise, al grado que ahora amenazan con denuncia penal y acudir ante PROFECO, en contra del personal de seguridad.

Además exigen el reembolso de lo que pagaron por estadía, debido que según expresan hubo maltrato verbal.

De acuerdo con los quejosos la gerente de dicho hotel, se niega en atención directa, para acceder a las peticiones de una pareja que no aguantó las arbitrariedades de algunos agentes.

El problema que exponen en un correo electrónico con copia a este medio, detallan que todo se presentó, por un aparente alto volumen que tenían, el cual los agentes de manera altanera pidieron de mala forma que le bajarán, de ahí se desató todo un problema mayor, pues se habla de manoteos, gritos y agresiones verbales entre ambas partes.

Aquí, lo que se quiere tapar es una mala imagen que da el hotel y desprestigio por falta de sensibilidad y sentido humano, según los quejosos, quienes ahora ante la cerrazón de los representantes del hotel, amenazan con hacer público el incidente y presentar las denuncias correspondientes.

Transcurridos días del incidente, la gente del hotel envió una circular dando la versión de los hechos, desde su particular punto de vista, afirman en un correo los huéspedes.

El hotel envió, escribe uno de los afectados, un correo en el que distorsiona los hechos.

Está lleno de mentiras y alegatos vanos por parte del hotel, en donde efectivamente teníamos una bocina la cual no se encontraba con música con el volumen alto.

Dicen en su correo las personas del hotel, una serie de mentiras, esto es muy simple para nosotros.

“El hotel ahora está tratando de protegerse en contra de una mala y pésima actitud que tuvo, pues cuando el jefe de seguridad le molestó esta situación de un aparente volumen alto, fui primero en hablar con el gerente en turno de nombre Berenice y me comentó que si le molestaba a alguna persona y me pedían que le bajara volumen a la bocina lo hiciera, el tipo y ella inventaron pretextos e incluso insultos por parte mía”.

“Había otras personas en el lugar, ellos si insultaron a los agentes, si le profirieron insultos a los de seguridad, los cuales el supervisor llegó con una actitud por encima de lo prepotente a desconectar la bocina, siendo que ya había conversado del asunto con la gerente en turno, no había motivo para la provocación”.

“Nuevamente me dirigí a la oficina de la gerente acompañado de Fernanda e incluso de otros 3 huéspedes los cuales abogaron en nuestro favor que el del problema era el jefe de seguridad”.
En ningún momento me puse en una actitud retadora, no tengo ninguna necesidad de tratar así con estas personas”, relató el informante mediante un correo a este medio.

“Lo que quiero es la devolución proporcional de mi dinero, esto quiere decir que el brazalete por medio día, sin ocupar la habitación tiene un costo y este estoy dispuesto a asumirlo”.
“Esto no tienen negociación para mí pero podrá tener menos efecto en las medidas que voy a tomar que serán, entre otras de acudir a las autoridades competentes y se haga algo”.

Por principio demanda ante la procuraduría federal del consumidor, PROFECO, ante Derechos Humanos, por la vía penal y ante la dirección de seguridad pública, por abuso de autoridad y amenazas hacia Fernanda Amezcua, dijo David Goldman.

Además de la demanda por la vía penal, por fraude, demanda moral por daños y perjuicios en mi contra relata en contra de quien resulte responsable del hotel Crown Paradise.
Esta serie de acciones, aclaró no es por el reembolso del dinero, sino por la agresión de las que fuimos objeto de parte de agentes de seguridad de este hotel.

“Todo esto es independientemente de que personalmente voy a buscar al corporativo y a la operadora, con el simple y sencillo hecho de que se den cuenta y estén enterados de lo que hacen sus empleados, y que todo esto les pegara directamente en su bolsillo, pues quien va a querer ir a un hotel donde por un resentido social como el jefe de seguridad te tratan mal”.

“He comentado también que anteriormente ya estuvimos en ese hotel y hemos visto a los canadienses comportarse de una manera por demás que alteran el orden público y la imagen y no les dicen nada y nosotros con una bocina que ni siquiera tenía la música alta nos hacen esto, no se vale”, escribe Goldman.