Sayulita: Un Paraíso

Un pueblo cosmopolita a la orilla del mar, donde es posible encontrar cafés, galerías de arte, boutiques, artesanía huichol, restaurantes y gente de todo el mundo, Sayulita es un pueblo típico mexicano de Bahía de Banderas reconocido como un lugar ideal para practicar surf que, por si fuera poco, tiene además un clima privilegiado.

Sayulita dio la vuelta al mundo en una magnífica fotografía de Ashley Jordan Gordon que fue publicada en la revista National Geografic, en enero del 2011, en la que se muestra como transcurre un atardecer invernal en la playa llena de surfistas. De su foto, Ashley hizo un comentario que envió a los editores de National: “Mientras más al norte se sumergen en el frío invierno, el pequeño y bohemio pueblo de Sayulita se muestra en todo su colorido, con una calidez que llega hasta los huesos. Lejos de las masas de turistas, locales y visitantes atesoran sus asombrosos recursos: sol, surf, sal y atardeceres. Un paisaje invernal –tal vez cualquiera- rara vez es tan hermoso”.

Sayulita al igual que Pátzcuaro, La Higuera, Los Caomiles, Pantoqui, San Francisco y Lo de Marcos, tuvo su origen en los asentamientos de trabajadores de la Hacienda de Jaltemba, propiedad de Marcial Nuño, que se dedicaban a la producción del aceite de coco. En un puerto que había en Sayulita, llegaba una embarcación llamada “El Salvatierra” en la que se embarcaba el aceite. Por el año de 1927 los cristeros expulsaron de la región al Nuño, quien vendió la propiedad a Ana María Camarena. Santiago, el hijo de la dueña de la hacienda llegó a hacer de ésta un emporio ganadero que sobrevivió hasta 1936, cuando se creó el ejido de Sayulita, con lo que llegó a su fin la hacienda. En 1965 se construyó la carretera que comunicaba al pueblo con San Francisco y la Peñita al norte y con Bucerías y Puerto Vallarta al sur y, para 1970 con el Fideicomiso Bahía de Banderas, despegó la actividad turística en la costa sur de Compostela.

Hoy Sayulita ha dejado atrás su pasado de una ranchería con apenas siete casitas de palma, alumbradas con latas de petróleo, para dar paso a un pueblo urbanizado, moderno con más de tres mil habitantes.

Sayulita tiene sin embargo, un secreto escondido que todos los turistas esperan encontrar cuando viajan a un destino de playa, que es una playa secreta y Sayulita las tiene. Al norte de la pequeña Bahía en la que se asentó el pueblo de Sayulita está una de las playas solitarias, a la que solo es posible llegar a a caballo o en una cuatrimoto, es la playa de Malpaso. Una enorme playa solitaria ideal para enamorados, donde muy esporádicos visitantes llegan a ella. Para el visitante, hay una gran variedad de restaurantes como El Costeño, donde se puede disfrutar de una mariscada deliciosa.

En invierno y todo el año, Sayulita es un pueblo “rara vez tan hermoso”, en el tesoro del pacífico mexicano, La Riviera Nayarit.