* Datos de la PGJ Nayarit revelan que los hechos ocurridos ayer en el municipio de Ruiz, Nayarit, donde murieron 29 hombres relacionados con la delincuencia organizada, es un ajuste de cuenta entre bandas rivales. Todavía no hay información oficial donde se confirme hayan reclamado los restos de los ejecutados.
Agencias/ La muerte de uno de los cuatro heridos elevó a 29 el número de muertos en un tiroteo entre cárteles rivales registrado este miércoles en Nayarit, que por las primeras investigaciones parece deberse a una emboscada, según informó hoy la Procuraduría del estado.
La mayoría de las víctimas parecen ser de un mismo bando, pues llevaban uniformes iguales, lo que abona la tesis de que se produjo una emboscada, de acuerdo con fuentes de la Procuraduría General de Justicia de Nayarit (PGJN).
Las fotografías tomadas en el lugar muestran cadáveres de personas que en su mayoría vestían uniformes de camuflaje, chalecos antibalas, correajes y cartucheras tácticas, cascos y botas, a la manera de un comando militar.
El tiroteo, uno de los más graves de los últimos años en México por la cifra de fallecidos, tuvo lugar en el kilómetro 64 de la transitada carretera federal 15, a la altura de la localidad Heroico Batallón de San Blas, en el municipio de Ruiz, una población agrícola en la que viven unas 20 mil personas.
En ese sitio, una planicie que atraviesa una carretera de dos carriles, las autoridades hallaron ayer 28 hombres muertos y 4 más heridos, de los cuales uno murió más tarde en un hospital, así como armas de grueso calibre y 14 vehículos abandonados, la mayoría camionetas y dos de ellas blindadas.
El herido falleció en un hospital cercano y los otros tres lesionados se encuentran «graves», dijeron fuentes de la Procuraduría General de Justicia de Nayarit (PGJN).
Las primeras investigaciones indican que todos los vehículos eran robados y que entre las víctimas no hay menores ni civiles inocentes, sino sólo integrantes del crimen organizado, señalaron las mismas fuentes.
Entre los autos hallados se encuentra incluso un camión de suministro de gas a domicilio.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) señaló en un comunicado que las víctimas vestían uniformes idénticos «pixelados tipo militar» que se pueden adquirir comercialmente.
Además, el Ejército decomisó en el lugar del enfrentamiento 6 armas largas, una corta, 2 granadas, 96 cargadores, 2.422 cartuchos de diverso calibres, 14 vehículos de diferentes modelos, 16 chalecos antibalas, 8 fornituras, 16 pecheras porta cargadores, tres cascos tipo Kevlar, 27 uniformes camuflados y 23 pares de botas militares.
La PGJN indicó que los habitantes de las afueras de Ruiz se escondieron en sus casas cuando se escucharon los disparos en la carretera, un tramo con un nutrido tránsito de vehículos, por lo que sus testimonios han sido de poca utilidad.
Solo un puñado de las víctimas estaba vestido de civil en la escena de la matanza, donde quedaron abandonados alrededor de mil casquillos de arma de fuego y algunas granadas sin detonar.
La mayor parte de los cadáveres fueron hallados a unos cuantos metros de la vía, entre los arbustos secos que crecen a los costados, por lo que las autoridades suponen que esas personas intentaban huir cuando fueron disparadas.
Unos cinco cadáveres más estaban apilados en el compartimento de carga de una pick-up, el resto sobre el asfalto y unos pocos entre los automóviles.
Sobre la carretera quedaron varias camionetas, todas agujereadas con impactos de bala y algunas estrelladas.
La investigación comenzó el miércoles cuando las autoridades recibieron una denuncia ciudadana sobre el secuestro de un hombre por parte de sujetos que viajaban a bordo de tres vehículos en el poblado de Peñas, en el municipio nayarita de Túxpan, desde el que los secuestradores huyeron hacia Ruiz.
Al lugar acudieron militares, policías federales, estatales y municipales.
De momento las autoridades no han dado más detalles sobre las bandas criminales involucradas.
Varios sectores en México critican la facilidad con la que nutridos convoyes de camionetas tripuladas por criminales circulan por algunas carreteras del país.
Nayarit es considerado un estado en el que tiene fuerte presencia el cartel de las drogas de Sinaloa, que lidera Joaquín «El Chapo» Guzmán, cuya organización está enfrentada con otros grupos criminales que intentan ganar mayor presencia en sus zonas de influencia.
Además, ese estado es uno de los de mayor desarrollo turístico del país, sobre todo en la zona conocida como la Riviera Nayarit, en la que se encuentran decenas de hoteles y viviendas de lujo.