- Una de las pangas de los pescadores de la Cooperativa, llamada, Sskafandra, quedó atorada entre uno de los muelles flotantes y el agua del mar, afortunadamente, entre varios de ellos, lograron desatorarla, según narró el pescador, Armando Torres, quien junto con sus compañeros vigilaron sus pangas todo el día
Por Paty Aguilar
La noticia de que el efecto del tsunami que se registró la madrugada de este viernes 11 de marzo 2011 en las costas de Japón, llegaría a las costas del pacífico, generó miedo entre la población de los estados costeros de México, y en la Rivera Nayarit, no fue la excepción, desde muy temprano, se dio a conocer de parte de las capitanías de puerto de la región, que la navegación se había cerrado ya que se esperaba que luego de las doce del día en cualquier momento podría llegar a nuestras costas olas hasta de casi dos metros de altura.
Durante un recorrido que iniciamos muy temprano por la mañana desde la Boca de Tomates hasta la playa de la Manzanilla de la Cruz de Huanacaxtle, hasta casi las tres de la tarde, no se presentó nada fuera de lo normal. Poco después de esta hora, de pronto, por la boca de entrada a la Marina de la Cruz de Huanacaxtle, entró una fuerte corriente de agua que los pescadores llamaron marea, la cual, subió el nivel y con ello, las pangas, naves y veleros se empezaron a mover peligrosamente ante la mirada expectante de pescadores y prestadores de servicios turísticos.
Sin embargo, el agua se regresó sin hacer daños a las naves, pero minutos después, una segunda corriente entró con más fuerza y en esta ocasión, se desprendieron o fracturaron los dos primeros muelles flotantes del ala 11 de la marina donde atracan las naves y veleros grandes, y cuando esta corriente regresó para salir de la marina por el lado de la Cooperativa de los pescaderos, una de las pangas llamada Sskafandra, quedó atrapada entre uno de los muelles flotantes. Afortunadamente, entre varios pescadores lograron desatorarla, luego de que la corriente que entró a la marina salió con fuerza, así lo narró, el pescador, Armando Torres.
Minutos más tarde, dijo, se registró otra corriente, pero esta con menos fuerza. Para entonces, ya eran las cinco de la tarde, esta tercera subida de la marea, ya no hizo daño. Y a partir de esta hora, las corrientes empezaron a bajar su intensidad, mientras que los pescadores, personal de la marina y el capitán de puerto, Fernando Barba, permanecían atentos y vigilantes al comportamiento del mar.
Cabe mencionar, que un buen número de embarcaciones, obtuvieron el permiso de Capitanía de Puerto para fondearse fuera la marina, debido a su peso y es que al subir y bajar la marea dentro del área de la marina, podría dejar varadas estas naves, así lo explicó, el capitán de puerto, por tal motivo, se consideró que era más seguro que salieran de la marina.