* Enriquece el alcalde el acervo cívico de los alumnos
* Motivo a todos a “Ser arquitectos de su propio destino”
Bahía de Banderas
En Bahía de Banderas, para Héctor Paniagua, todo el tiempo, es tiempo de cumplir y puntualmente, llevó a dos escuelas de Valle Dorado, en la zona de Los Encantos, todo lo que prometió en su anterior visita.
Entre aplausos y porras de los niños de la Primaria, que aun no tiene nombre oficialmente, el presidente les entregó equipo deportivo que los chicos no pudieron aguantar las ganas y se fueron sobre balones de fútbol y de básquetbol.
Una semana antes, personal de Obras Públicas instaló ventiladores en todas las aulas y en los jardines plantaron árboles. El presidente al ver el tamaño de los mismos y que son insuficientes, allí mismo ordenó por teléfono que coloquen árboles de mayor tamaño y que cumplan todas las áreas deportivas de esta escuela que da atención ya a una gran cantidad de alumnos.
La directora del plantel, maestra Tania Ramírez, agradeció al presidente Paniagua a nombre de los niños y sobre todo, de los padres de familia, pues les ha evitado un gasto que a ellos les corresponde. La comodidad de sus hijos en la escuela.
En ese momento, bajo los candentes rayos de sol que anuncian la próxima primavera, Héctor Paniagua ordenó que se compren dos toldos para que hagan sombra en el centro de la escuela y llegó también un cargamento de dulces que serían repartidos en cada salón por los maestros.
Emocionados los chiquillos, en forma espontánea gritaron porras al presidente, en señal de agradecimiento y despidieron al presidente y a su comitiva con aplausos.
Dentro de la euforia, un niño de primer grado pidió hablar y le dijo al presidente que terminara pronto el evento, porque: “es hora del recreo y queremos jugar con los balones”… Esto arrancó la risa de los adultos y Héctor cerró el capítulo en medio del griterío de los alumnos.
Tambores y cornetas
El alcalde se trasladó a la Secundaria Amado Nervo, de esta misma zona, donde ya lo esperaban los alumnos. La maestra María Luisa Castañeda lo recibió al entrar y lo presentó a los alumnos.
Héctor Paniagua motivó a todos a ser mejores. A estudiar con entusiasmo, a profundizarse en la lectura y al recordar a Amado Nervo, señaló una de sus frases inmortales: “Ser los arquitectos de su propio destino”.
“Estudien, busquen una carrera, para que ustedes y todos sean arquitectos de su propio destino y hagamos de México un mejor país”.
La jornada de trabajo del presidente, continuó en su despacho en donde recibió a todos los que llegaron en busca de una entrevista. Sin excepción, desfilaron toda la tarde hasta que los vio a todos.