En Linea

Historias olvidadas de la Revolución

Humberto Aguilar Camarena

El Plan de Agua Prieta

En Agua Prieta, Sonora, se reunieron los altos mandos del Ejército Constitucionalista integrado por Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Ángel Flores, Lázaro Cárdenas, Salvador Alvarado, entre otros para redactar El Plan de Agua Prieta en el cual se desconocía a Venustiano Carranza como presidente de México en 1920.

Fue el principio del fin para Venustiano Carranza que al huir de la ciudad de México, rumbo a Veracruz, fue acribillado a balazos en Tlaxcalaltongo,

Álvaro Obregón sería en el futuro, presidente de México y cuando se reeligió, fue muerto de un balazo en la ciudad de México, por el amante de “La madre Conchita”, religiosa de un convento.

Salvador Alvarado fue enviado a gobernar en Yucatán, donde encontró que las familias adineradas, amasaban grandes fortunas con el henequén, importante materia prima para fabricar sogas de gran calidad, que servían de amarre en las grandes embarcaciones de todo el mundo.

Lo grave aquí, es que quienes trabajaban la tierra, eran prácticamente esclavos de los ricos que les pagaban poco o nada y además, el patrón, tenía el “derecho de piernaza”, con todas las hijas de los trabajadores, esto, antes de que se unieran en matrimonio con un mozo de sus mismas condiciones.

Salvador Alvarado transformó Yucatán, al romper ese sistema de vida y obligó a los ricos hacendados pagar mejores salarios a los trabajadores.

Fue una época dorada de compositores famosos como Ricardo Palmerín, Guty Cárdenas y otros más. En este tiempo, una hermosa y rica heredera norteamericana, estuvo de visita en Mérida de la que se enamoró Salvador Alvarado y en su honor, Ricardo Palmerín compuso la eterna melodía de “Peregrina”. El nombre de esta bella y rica heredera es Alma Reed, quien posteriormente fue mecenas de actores, poetas y pintores, entre quienes estuvieron Gibran Jalil Gibran, Diego Rivera y el Jalisciense José Clemente Orozco.

“El Granito de Oro”

Rafael Buelna Tenorio, fue el General más Joven del Ejército Revolucionario. Estuvo y fue muy valiente, en la Toma de Culiacán, en la Toma de Mazatlán y en camino a la ciudad de México, murió en la batalla de Morelia, la cual duró cuatro días y cuatro noches.

Se le recordaría sobre todo, por su juventud y por su valor y se le reconoció como “Granito de Oro”.

En Sinaloa y en Nayarit se le reconoció como un gran soldado de la Revolución.

Al concluir la Revolución, el general más joven, con vida, fue Lázaro Cárdenas, quien sería después presidente de México, expropió las grandes compañías petroleras y repartió la tierra.

La Coronela

Clara de la Rocha, entró a la Revolución para acompañar a su padre, Don Herculano de la Rocha. Gente sencilla, del campo, que su unió a la lucha revolucionaria.

Al morir su padre, Clara siguió en las armas y llegó a tener el grado de Coronela.

La Valentina

Otra mujer extraordinaria que combatió a los “pelotes” de Huerta, fue Valentina Ramírez.

Originaria de un pueblo de Durango, se unió a las tropas de los Dorados de Villa y para darse de alta, se cubrió la cabeza con sombrero para ocultar sus trenzas,

Con el tiempo esta valerosa y joven mujer inspiró la canción que lleva su nombre.

Desafortunadamente, a esta clase de mujeres no se les ha reconocido por su heroicidad y solamente se les daba el grado de soldaduras, como mujeres de los revolucionarios.

De hecho, tampoco se reconoce a tantas mujeres que estuvieron en la Revolución, que lo mismo hacían de comer para su hombre y para la tropa, les daban hijos  y cuando era necesario, agarraban el fusil 30-30 para pelear contra los “pelones”.

Villa y Zapata

A distancia, Francisco Villa y Emiliano Zapata se simpatizaron por su lucha agrarista.

Emiliano Zapata con su bandera de Tierra y Libertad, luchó para que se devolviera la tierra a sus dueños originales, los campesinos y murió sin perder su fe en lograr este propósito.

No lo consiguió sino fugazmente pues al tomar las armas en Morelos, repartió las tierras de los ricos a los campesinos.

Este sueño lo hizo realidad años después Lázaro Cárdenas, en tanto que Francisco Villa, al dejar las armas y refugiarse en Parral, Chihuahua, si repartió la tierra y la cultivó con los adelantos de su tiempo.

El Gran Ateo

Plutarco Elías Calles, fue un revolucionario científico. Creador del estado laico en México y forjador de lo que sería nuestro país después de la Revolución.

Originario de Agua Prieta, Sonora, convocó a la lucha revolucionaria tras la muerte de Francisco I. Madero y junto con Álvaro Obregón, integraron un gran ejército y reconocieron a Venustiano Carranza como jefe del Ejército Constitucionalista.

Creó la Reforma Agraria, El Banco de México y el nuevo sistema monetario, expropió todos los bienes de la iglesia y ordenó cerrar todos conventos.

Desde entonces, tempos, seminarios y todos los bienes inmuebles que utilizan las iglesias de todos los credos, son propiedad de México y son inajenables.

No se opuso a la reelección de Álvaro Obregón y al ser asesinado este, los grandes jefes sobrevivientes, lo culparon del crimen, pero Plutarco Elías Calles, como presidente todavía, nombró a todos los que lo culpaban, en la comisión investigadora.

Creó los bancos ejidales, las leyes agrarias y fundió la primera Escuela de Agricultura, en Chapingo.

Bibliografía

Sinaloa, Historia y Destino, de Herberto Sinagawa Montoya, Editorial Cahita. Francisco Villa: Comisión Nacional Editorial. Salvador Alvarado, “Mi Sueño”, Comisión Nacional Editorial. Emiliano Zapata; “Derechos y Obligaciones de los Pueblos, Comisión Nacional Editorial.  Historia de México, texto para escuelas secundarias.


PLUTARCO ELÍAS Calles, forjador del México pos revolucionario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *