Policía le Quita sus Hijas; la Madre Pide Ayuda Para Saber de Ellas

  • La Delegada de la Procuraduría de la Defensa del Menor, Silvia Velazco, sabe que las menores están en Zacatecas, pero no sabe el domicilio donde las tienen, no dio seguimiento en el DIF de ese estado, sin investigar, dio por sentado que las niñas están bien y su madre no las ha visto desde el mes de febrero 2010. ¿A quién le corresponde tener a las niñas mientras en el juzgado se dirime a quién le darán su custodia? En este caso, a priori se puede concluir que los derechos de esta madre están siendo violentados y los derechos de las niñas a estar con sus padres también, pero nadie hasta ahora ha hecho nada, mientras tanto la madre anda tocando puertas para que se le haga justicia.

Por Paty Aguilar

Un caso más del DIF Municipal de Bahía de Banderas, que trasciende públicamente debido al manejo inadecuado de los casos que se presentan en esta noble institución; un matrimonio resquebrajado y tres menores de por medio que desde el pasado mes de febrero, su padre decidió llevárselas, quitárselas a su madre luego de que en el DIF de Bahía de Banderas, estaban atendiendo la situación legal de la pareja.

Se trata del policía municipal de este municipio, Manuel Cortés Gaeta y su esposa, Blanca Esthela López Hernández de 25 años de edad. Después de vivir 6 años juntos, procrearon a tres hijas, una niña que actualmente tiene cuatro años de edad y una gemelitas que casi cumplen tres años de edad. Una parte de este tiempo vivieron en Puerto Vallarta, pero luego se fueron a radicar al fraccionamiento Jardines del Sol, donde nacieron las gemelitas, todo iba  bien hasta el nacimiento de esta pequeñas, ya que nacieron con problemas de salud.

Blanca Esthela tenía una tienda de venta de artículos escolares en su casa y su esposo trabaja en Seguridad Pública. Enfermas las niñas y con poco dinero para atenderlas, acudieron al DIF para pedir apoyo, de esta manera, las niñas empezaron a recibir atención médica, terapias y como el dinero no le alcanzaba a Blanca para salir adelante con sus niñas, también empezó a pedir apoyo en el DIF para pañales y leche, mismos que ocasionalmente se le daban.

Mientras tanto, según narra Blanca Esthela, su esposo se desatendió del problema, no le daba dinero y esta situación empezó a deteriorar la relación conyugal a tal grado que ella decidió separarse de él e irse a vivir con su madre a la delegación de Las Junta de Puerto Vallarta donde empezó a trabajar y su madre y sus hermanas le ayudaron a cuidar las niñas al tiempo que también empezó a pedir apoyo en el DIF de Puerto Vallarta, donde se continuó la atención médica de las gemelitas.

Ante esta separación, su esposo se acercó al DIF para pedir la custodia de sus hijas acusando a Blanca Esthela de ser adicta a las drogas, de dedicarse a la prostitución y dejar abandonadas a sus hijas con su abuela para andar con uno y con otro, según se informó en el DIF por parte de la Delegada de la Procuraduría de la Defensa del Menor, licenciada, Silvia Velazco.

Ambos fueron citados varias veces con la abogada, donde las acusaciones entre uno y otro, eran las mismas, él era desobligado y violento y ella drogadicta y prostituta, pero en una de estas citaciones, según narra Blanca, se dio cuenta que la abogada daba por sentado que ella era drogadicta, mientras que Blanca en varias ocasiones lo negó, hasta que se hartó y le dijo que sí y que si su esposo quería las niñas que se las entregaba, como así sucedió.

En esa ocasión, su madre y su hermana la acompañaron y según comentó la delegada de la Procuraduría, los propios familiares de Blanca, le indicaron que ellas podían hacerse cargo de las niñas, pero si estas quedaban bajo el cuidado del padre, ya que Blanca las dejaba mucho tiempo solas, fue por ello, dijo la delegada, que las niñas fueron entregadas en ese momento al padre y porque Blanca así lo había decidido, incluso, comentó la delegada que escuchó cuando su madre le llamó perra a su hija porque esta había decidido darle sus hijas al padre. He aquí la primera contradicción. Primero sus familiares no querían que ella estuviera a cargo de las niñas y luego le llaman perra porque se las dio.

Sin embargo, tres días más tarde, el padre regresó las niñas a su suegra donde también vivía Blanca y a partir de ese momento hasta un año y medio después, Blanca se hizo cargo de ellas junto con su madre y hermanas y con el apoyo del DIF de Puerto Vallarta. Blanca explicó que en efecto, su madre le hizo ese reclamó y que ella le había dicho, no te preocupes las va a regresar, como así sucedió.

Todo lo anterior, se dio a conocer durante una entrevista que se sostuvo con Blanca Esthela, la Delegada de la Procuraduría, la responsable del Comunicación Social, licenciada, Claudia Arias y la directora del DIF, licenciada, Yusara Ramírez y este medio de comunicación, debido a que Blanca denunció el hecho de que desde que le quitaron sus niñas en el mes de febrero no sabía dónde estaban ni con quien estaban viviendo, un derecho que le fue negado durante todos estos meses, dado que los primeros días que su esposo se llevó a sus niñas, ella trató de recogerlas en el domicilio del padre en jardines del Sol, pero cuando fue a pedírselas, este llamó a una patrulla y la acusó de intento de robo, según le dijeron los policías que por la vía de fuerza la subieron a la patrulla y la llevaron hasta Valle de Banderas, pero la bajaron cerca del DIF Municipal, no sin antes advertirle que no se acercara a más a ese domicilio.

A partir de ese momento, Blanca empezó a buscar ayuda, acudió a la delegación de la Procuraduría de Justicia de Jalisco con sede en Puerto Vallarta para denunciar los hechos, pero no le levantaron acta porque quien se había llevado sus hijos era su padre y nada se podía hacer. También fue a la presidencia municipal de Puerto Vallarta donde citaron al policía, pero este nunca se presentó a los llamados, también pidió apoyo al DIF de Puerto Vallarta desde donde también lo llamaron, pero tampoco acudió a las citas y así pasaron los meses hasta que se decidió a denunciar los hechos a los medios de comunicación.

En la entrevista antes mencionada, nos pudimos percatar que se presentaron serias irregularidades con el manejo que la delegada de la Procuraduría de la Defensa del Menor dio a este caso. Y es que durante una las citaciones, el policía se presentó con un abogado y la delegada le dio entrada, de esta manera, la misma delegada le hizo saber a Blanca que había un convenio que firmar para llevar a cabo el divorcio y había condiciones para poder ver a sus hijas que ya estaban en poder del policía.

En esa cita el policía volvió a repetir sus acusaciones y la delegada validó los dichos del padre, sin llevar a cabo una investigación de los hechos que le el policía le achacaba a Blanca, entonces, ante esta situación, Blanca se negó firmar el documento y sumamente molesta con palabras altisonantes se retiró del lugar, según recordó durante la entrevista en la cual, aceptó que en efecto le había dicho a la delegada que ella era adicta como su esposo lo decía, pero antes tenían que comprobárselo “y te lo vuelvo a repetir ahora” le dijo Blanca a la delegada delante de todos los presentes “yo estoy dispuesta a que me hagan todos los exámenes que quieran, además les puedo comprobar donde he estado trabajando en todo este tiempo para mantener a mis hijas mientras estuvieron conmigo, tengo recibos de nóminas” espetó Blanca.

Entonces preguntamos a la delegada si ella había investigado donde estaba trabajando Blanca o a que se dedicaba y su explicación la delató, no tenía reportes de investigación al respecto. Se le preguntó a la delegada si sabía dónde estaban las niñas y contestó que sí, que estaban en Zacatecas, que así se lo había informado el policía, le preguntamos si se había cerciorado de lo dicho por el padre a través del DIF Estatal de Zacatecas, y nos informó que no, pero que en esta semana lo podría investigar.

También nos dimos cuenta que la delegada no canalizó a Blanca al servicio de Psicología, tampoco al área de trabajo social, es decir, ella escuchó el caso, y no canalizó debidamente a las áreas correspondientes para corroborar los dichos por los padres de las menores. Tampoco acercó a la madre para informarle donde estaban sus hijas y con quién y si estas estaban bien, información que ya tenía, a medias pero la tenía.

A su favor, la delegada de la Procuraduría explicó que ella ya no tenía parte en este caso porque ahora estaba el caso en un tribunal civil de Puerto Vallarta desde donde se había buscado a Blanca para apercibiera de que se presentara para seguir el proceso por la custodia de las niñas, ya que el DIF de Bahía de banderas, había dado vista a ese Tribunal sobre este caso, pero que hasta la fecha no habían sabido de ella, sin embargo, Blanca le hizo saber, que ella sigue viviendo con su madre en Las Juntas.

En fin, durante la entrevista la directora del DIF Municipal, licenciada, Yusara Ramírez, se dio cuenta de las omisiones en que incurrió la delegada. Sin embargo, con el fin de llevar adelante esta situación, Yusara le hizo saber a Blanca que se requería en ese momento llevar a cabo un examen psicológico para presentárselo al juez que lleva el caso por la custodia, a lo cual accedió Blanca, tras informarle que a su esposo ya se le había practicado.

Aquí el problema radica en que sin ser investigada la madre, y teniendo conocimiento el DIF Municipal de Bahía de Banderas de que sus hijos les fueron quitados por el padre y todavía no hay una sentencia de parte del Juez correspondiente, porqué han permitido que las niñas no estén ni con la madre, donde debían estar porque hasta ahora no le han podido comprobar un mal comportamiento, ni con el padre, ya que según sostiene la delegada de la Procuraduría de la Defensa del Menor, el padre le informó que las niñas están en Zacatecas con su familia.

La pregunta es ¿A quién le corresponde tener a las niñas mientras en el juzgado se dirime a quién le darán su custodia? En este caso, a priori se puede concluir que los derechos de esta madre están siendo violentados y los derechos de las niñas a estar con sus padres también, pero nadie hasta ahora ha hecho nada, mientras tanto Blanca Esthela anda tocando puertas para que se le haga justicia.

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