Doña Rufina Cárdenas Ramos Cumplió Cien Años en San Juan de Abajo

* La familia Chávez Cárdenas se compone de doce hijos, pero a doña Refina le sobreviven nueve quienes le dieron 68 nietos y estos procrearon 157 bisnietos, quienes a su vez dieron vida a 28 tataranietos y uno de estos acaba de tener un hijo, pero no encontramos la palabra para ubicarlo dentro de la rama familiar.

Por Paty Aguilar

Una gran fiesta organizó la familia Cárdenas Chávez para festejar a su madre, la señora, Rufina Cárdenas Ramos, quién este 16 de septiembre de 2010, cumplió cien años de edad. Ella nació en San Juan de Abajo cuatro días del inicio de la revolución Mexicana de 1910. Es por ello, que ahora doña Rufina forma parte de la Generación Centenaria de Nayarit, motivo por el cual, mañana 18 de noviembre, será objetó de un homenaje que ofrecerán los diputados locales a todos quienes nacieron en la primera década del siglo pasado.

El festejo inició con la celebración de una Misa de Acción de Gracias, misma que se llevó a cabo en la parroquia de San Juan de Abajo, un mariachi ambientó la ceremonia religiosa, ante la presencia de casi toda la familia, la iglesia se abarrotó, mientras que doña Rufina muy atenta escuchó el mensaje del sacerdote. Al término del ritual religioso, sus hijos, sus nietos, sus bisnietos y tataranietos, se tomaron las fotos del recuerdo,

Lúcida, llena de vida y muy contenta, doña Rufina aceptó una entrevista con los medios de comunicación presentes. De esta manera, tuvimos oportunidad de traer al presente sus recuerdos respecto a los años de la Revolución, un tema que le encanta narrar. Entre chascarrillos y versos, nos habló de don Porfirio Díaz, de los villistas, de los zapatistas y de los Carrancistas.

Cuando le preguntamos cómo se sentía ahora que había cumplido cien años nos respondió “pues miren, se siente uno que ya se está acabando, de risa, lo tumba a uno la cuesta, está pesada, bueno cuando está uno bueno y sano se van los años. Yo estaba muy a gusto, pero como me mordió un gato quedé toda paralítica, pero pues hay razón que los años tumben” comentó.

Dijo estar contenta con su familia reunida, pero también “con toda la gente por Dios Santo pero a pesar de todo me siento bien” Luego dijo “nací en 1910 el 16 de noviembre, cuando la cristiada y los revoltosos, yo estaba jovencita, nací aquí en San Juan de Abajo, ahí donde está el kínder, ahí nací, debajo de unos árboles” comentó muy orgullosa.

“Yo no tuve escuela, San Juan era muy chiquito, no había iglesia, no había nada, la placita ahí donde está ahorita, pero se ponía bonita, se ponía más bonita que ahorita, ya ahorita están más bonitas las de afuera que las del mero centro” recordó.

Recordó que cuando los revolucionarios quemaron la Palma Sola, su papá la cargó en una petaca, iban del Roble a Las Palmas en la noche y así vio como ardieron los matorrales del llano. Cabe resaltar, que la Palma Sola es el lugar donde cada año en la comunidad de las Palmas se reúnen las familias como si fuera un día de campo. A este lugar se puede llegar desde San Juan de Abajo por un camino que atraviesa el Río Ameca. Se acordó que los revolucionarios solo pasaron por aquí, pero causaron disturbios, tampoco les hicieron daño, según escuchaba de los adultos de ese tiempo. Comentó que ella se crió entre las comunidades del Colomo, el Coatante y La Puerta de la Lima. Se acordó también que su hermana mayor componía versos como el que le dedicó a Porfirio Díaz cuando se fue del país “cometa ha salido cierto lo que has venido anunciando el señor Porfirio Díaz para otro reino marchando”.

Enseguida le preguntamos a cuantos años quería llegar y de inmediato dijo “si ya me muero mañana, no le hace, yo quería haber amanecido tendida, para que estamos sufriendo más, Yo he sufrido desde que me parieron y hasta la tumba, pero eso sí, cuanto me gusta el gusto y más que me está gustando, por darle gusto a mi gusto, sin gusto me voy quedando” dijo y soltó la risa entre las orgullosas miradas de sus hijos y demás familiares que ya la estaban apurando para llevarla la fiesta que se llevaría a cabo en el salón dorado de esta comunidad.

Ya para despedirse, sus hijos la conminaron a decirnos otro de sus versos a lo cual se negó porque estaba en la iglesia, sin embargo, se atrevió a decirlo no sin antes decir “Ay Dios de mi vida” enseguida lo dijo así “Ay chivos de la barranca mantenidos con huizache, no porque me vean chiquita me quieran hacer tambache” todos soltamos la risa y a doña Rufina se le iluminó la mirada, luego se despidió de nosotros mientras que sus hijos la escoltaron con diligencia para trasladarla a la gran fiesta para festejar sus cien años de vida.

La familia Chávez Cárdenas se compone de doce hijos, pero a doña Refina le sobreviven nueve quienes le dieron 68 nietos y estos procrearon 157 bisnietos, quienes a su vez dieron vida a 28 tataranietos y uno de estos acaba de tener un hijo, pero no encontramos la palabra para ubicarlo dentro de la rama familiar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *