Don Braulio Valdez García Nació en San Juan de Abajo en 1910 Tiene Cien Años de Edad

  • “En estos cien años he vivido lo que mis padres me infundieron y eso traigo todavía, Dios le da la vida uno y hay que saberla manejar, nomás eso le digo y es la verdad, he respetado a todo mundo, aguanto cosas que no debo aguantar, calladito, pero si me hierren el primer golpe. entonces ya veremos lo que vamos a hacer, mientras tanto en boca cerrada no entran moscas” comentó don Braulio

Por Paty Aguilar

A propósito de la convocatoria que lanzó el Poder Legislativo de Nayarit, con el fin de integrar la Generación Centenaria Nayarit 1910/2010, como parte de los festejos del Centenario de la Revolución Mexicana, nos dimos a la tarea de buscar quien en Bahía de Banderas había nacido en 1910, así encontramos a don Braulio Valdez García, nacido hace cien años en San Juan de Abajo con domicilio en calle 5 de Mayo número 16.

Agricultor y ganadero de toda su vida hasta hace dos años que tuvo que dejar de montar su caballo porque sus pies ya no le respondían como él quería, don Braulio, un hombre saludable, lúcido, lleno de vida, accedió a platicar con nosotros con mucho gusto, para ello, nos sentamos en una sillas sobre la banqueta de su casa y pasamos muchos minutos riéndonos de la vida, pero también con serios reclamos de su parte al gobierno y la sociedad de hoy “antes el gobierno se respetaba y se daba a respetar, ahora no es serio, no cumple con sus compromisos, el campo está abandonado y yo aquí sigo esperando” comentó don Braulio cuando le preguntamos qué extrañaba de su pasado.

“En estos cien años he vivido lo que mis padres me infundieron y eso traigo todavía, Dios le da la vida a uno y hay que saberla manejar, nomás eso le digo y es la verdad, he respetado a todo mundo, aguanto cosas que no debo aguantar, calladito, pero si me hierren el primer golpe, entonces ya veremos lo que vamos a hacer, mientras tanto en boca cerrada no entran moscas” comentó don Braulio cuando quisimos saber cuál era su secreto para vivir tantos años y estar en tan buenas condiciones de salud.

Sobre la Revolución Mexicana, recordó que en esta zona no hubo enfrentamientos, sin embargo, si pasaron por aquí “alzados, esos que andaban en la revuelta, nos esculcaban a ver si traíamos armas cuando andábamos en el campo arando o sembrando, pero hasta ahí, nos esculcaban y luego seguían su camino, es todo lo que a mí me tocó ver” rememoró don Braulio.

Respecto al reconocimiento que el Poder Legislativo está ofreciendo a quienes nacieron entre 1910 y 1917, don Braulio se mostró incrédulo “antes el gobierno se respetaba y se daba a respetar, ahora no es serio, no cumple con sus compromisos, el campo está abandonado y yo aquí sigo esperando, nomás eso le digo, yo no le creo al gobierno, mire cómo nos tiene” refirió.

Luego nos platicó sobre sus amoríos, nos confió que las mujeres han sido su debilidad, para el amor, comentó, “no se necesitan las palabras, solo la mirada y yo fui muy bueno para eso, a las mujeres hay saberlas atender y si no, no las agarren, si las maltrato, me voy a quitar mi suerte, ahora todavía por ahí traigo dos o tres”  dijo con una sonrisa pícara, sin embargo aclaró, que la única mujer que él ha amado, fue su esposa, la señora, Ascensión Yerena, ya fallecida hace como 15 años con quién procreo dos hijos, uno falleció de pequeño y le sobrevive su hija, la señora Ninfa Valdez, de quién dijo, ella será dueña de lo que tengo, pero hasta que yo me muera y para eso falta mucho y soltó la risa. Luego, muy bajito, dijo, “Todavía guardo buenos sentimientos hacia mi esposa”.

Finalmente cuando le preguntamos que cuantas mujeres había dejado en el camino con una sonrisa de satisfacción dijo “un tambache” y ambos soltamos la risa, aunque luego en lo corto nos dijo “unas cincuenta” y de nuevo nos volvimos reír. En todo momento, nos acompañó su perro el “Güero”, un buen guardián de su casa donde vive solo, ya que no ha querido estar con su hija donde lo estén checando, dijo. Cuando llegamos el perro ladró y ladró hasta que don Braulio se sentó.

La salud de don Braulio a sus cien años de edad, es envidiable, no padece ninguna enfermedad, come de todo, solo sus pies ya no le responden como él quisiera, por ello, usa un bastón que le ayuda a mantenerse de pie, pero esa situación no le impide seguir enamorado de la vida, del campo, de los animales, pero sobre todo, de las mujeres. Cabe destacar, que don Braulio es el último de los fundadores del Ejido San Juan de Abajo y es medio hermano del finado, ex presidente municipal de Bahía de Banderas, Carlos Valdez.

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