Por Paty Aguilar
La mañana de este miércoles 13 de octubre 2010, recibimos una denuncia ciudadana donde se nos informó que a la playa de Nuevo Vallarta había entrado un máquina moto conformadora a la altura del campamento tortuguero y temían que dicho vehículo hiciera daño a estos pequeños reptiles marinos considerados en peligro de extinción y legalmente protegidos en nuestro país. Aprovechando la estancia en Nuevo Vallarta del delegado de la PROFEPA en Nayarit, ingeniero, Armando Zepeda, lo entrevistamos al respecto en el hotel Vallarta Palace al término del evento de entrega de certificados ambientales a empresas turísticas, industriales y gubernamentales.
Comentó que el asunto ya había sido atendido de parte de inspectores de la PROFEPA y se le había exigido al responsable si contaba con permisos correspondientes y en caso de exhibirlos se le sancionaría, sin embargo, no supo qué tipo de sanción correspondía a estos hechos, ya que esta máquina pesada al avanzar por la arena de la playa, mató tortuguitas que al salir de sus nidos se disponían a entrar al mar, momento en el cual, fueron atropelladas. Al vista solo localizamos tres, sin embargo, pudieron haber sido más ya que las olas del mar ya estaban llegando a las huellas que en la arena dejó la máquina.
El delgado de la PROFEPA, dijo que no podía anticipar a qué tipo de sanción correspondía el daño ecológico que esta máquina causo ya que no conocía el expediente, asimismo, por este motivo también desconocía si los responsables contaban con “permiso” para entrar con esta máquina a la zona donde se sabe desovan las tortugas marinas que en estas fechas de tiempo de lluvias anidan en las playas de Nuevo Vallarta.
Arguyó a favor de los responsables que la ley otorga a quien se le inicia un proceso de inspección la garantía de audiencia en un plazo de cinco días durante los cuales deberá exhibir los respectivos “permisos” para entrar a la playa con este tipo de maquinaria pesada. Dijo desconocer el nombre de la empresa o los responsables, ya que la actuación había sido un día antes y todavía, un dúa después, no tenía conocimiento del contenido del expediente y por ende, tampoco los inspectores le había reportado el daño ocasionado.
Sin embargo, luego de realizar esta entrevista en la cual el funcionario federal no sabía nada de lo que había ocurrido supuestamente un día antes, realizamos un recorrido por la playa de Nuevo Vallarta. Para entrar a dicha playa por uno de los hoteles tuvimos que mentir a personal de seguridad que nos interrogó a dónde íbamos –al campamento tortuguero- indicamos, ya que como se sabe, no hay entrada libre a estas playas de Nuevo Vallarta, fue así como pudimos darnos cuenta de los hechos.
Cuando llegamos a la máquina moto conformadora luego de haber caminado aproximadamente 300 metros sobre la arena, observamos que dicha máquina no contenía sellos de inspección de la PROFEPA, la unidad estaba estacionada amenazante sobre la arena con los picos listos mirando hacia el mar.
Esta invasión a la playa de Nuevo Vallarta donde entre la arena anidan las tortugas marinas es tan solo una muestra de lo que de seguro ocurre muy seguido y las autoridades hacen caso omiso, como pudo haber sido este caso ya que el delegado de la PROFEPA no tenía datos del proceso de inspección que supuestamente se hizo un día antes.