Cinco Generaciones de Familia dan Vida al Poblado de San Quintín

  • Este rancho se llamó San Quintín a razón del acuerdo entre un sacerdote y la familia Corona García fundadora de esta comunidad que ahora cuenta con su propia capilla. Los descendientes de esta familia calculan que este poblado se fundó hace como cien años.

Por Paty Aguilar

Según la biografía del santo que dio origen al nombre de este poblado, San Quintín recibió de Dios el don de la sanación, ya que al imponer las manos lograba la curación de ciegos, mudos, paralíticos y demás enfermos. Se dice que había recibido también de Nuestro Señor un poder especial para alejar los malos espíritus, y eran muchas las personas que se veían libres de los ataques del diablo al recibir la bendición de Quintín quien era hijo de un senador romano. Falleció decapitado en el año 287 D de C por orden del gobernador de Roma por predicar la palabra de Dios y hacer prodigios con sus manos sanadoras.

Procedentes de la comunidad de Gargantillo, Tomatlán, Jalisco, Don Andrés Corona y su esposa, doña Francisca García, fundaron este rancho, al cual nombraron San Quintín luego del acuerdo a que llegaron con el sacerdote de Sayulita hace aproximadamente cien años. Al fallecer ellos como única familia que vivía ahí, su hijo, José Corona Guzmán y su esposa, se hicieron cargo del rancho y ahí procrearon a cinco hijos varones de los cuales cuatro son el tronco familiar de esta comunidad a donde poco a poco llegan más familias. El quinto de los hijos radica en Puna Mita.

A este bonito poblado lo parte en dos el arroyo el Guamúchil, y está conectado por un puente peatonal, arroyo que durante estas pasadas lluvias, les dio un buen susto, lo que los hizo reflexionar respecto a construir sus casas muy cerca del cauce natural. Estas tierras pertenecen al Ejido de Punta de Mita, anexo del Ejido de Sayulita y durante la administración de Jaime Cuevas, recibieron amplio apoyo del fondo federal y del municipio.

Ahora su entrada principal está ahogada en cemento y cuentan con energía eléctrica, no tienen red de agua potable ni drenaje, servicios que esperan recibir del alcalde, Héctor Paniagua Salazar y de OROMAPAS, esto con el fin de sanear los mantos freáticos y el arroyo, ya que actualmente, este discreto y hermoso poblado, tiene ya casi cien habitantes y cuenta con la construcción de 18 casas habitación.

Se trata de las familias, Corona Lozano, Corona Hernández, Corona Lara y Corona Encarnación, ellos, hijos de don Andrés y doña Francisca, son cofundadores de este poblado que día a día crece más en población, y es que es un lugar bello para el amor, rodeado de exuberante vegetación que resplandece con la humedad que tienen todo el año. Ahora los hijos de estas familias ya tienen sus propios hijos y algunos ya son abuelos también. Es decir, ya nacieron en ese lugar cinco generaciones producto del enlace entre don Andrés y doña Francisca.

En este lugar, desde hace aproximadamente 15 años, todos los domingos, Petra Lozano, esposa de Nicolás Corona Gallegos, el hijo mayor de don Andrés, se da a la tarea de preparar el menudo más rico de la región costera, acompañado por tortillas hechas a mano y un humeante café de olla, tan especial, como lo es doña Petra quien atiende este peculiar restaurant con la ayuda de sus hijas y sus nueras, pero además tiene a su cargo a su madre de 98 años de edad. Esta comida que enmarca con birria y quesadillas, la vende a propios y extraños bajo una bonita arboleda rodeada de limos, guayabos y árboles de limón, además de chiles piquines y yerbabuena que le sirven para preparar su menudo y una especial salsa salpicada de estos chiles que junto con el café de olla caliente, es una verdadera delicia culinaria cien por ciento mexicana y natural. Son frutos de su tierra.

Actualmente, el Juez Auxiliar de esta comunidad se llama Ángel Corona Hernández  y este pequeño poblado cuenta con la construcción de 18 casas habitación, tiene primaria junto con kínder y el agua la obtienen de pozos artesanos. Carecen de telefonía de todo tipo, ya que la señal de celular no se capta en esta zona, sin embargo, el juez Auxiliar está trabajando con el fin de tener acceso a este tipo de comunicación.

Cabe mencionar finalmente, que esta comunidad está ubicada a escasos 20 minutos de Bucerías y está situada entre San Ignacio y el Guamúchil y tiene acceso desde la carretera 200  con una única vialidad de empedrado ahogado en cemento que lleva hasta la orilla del arroyo. Al otro lado, está doña Petra que cada domingo recibe a muchos comensales que disfrutan de su rico menudo, está usted cordialmente invitado a disfrutar de un rico, caliente y fresco desayuno, ya que el aire de la costa corre entre las mesas del restaurant y aviva la leña de árbol de capomo con el cual se cuecen las tortillas que no caben en su mano, se hacen las quesadillas y se cocina el menudo y la birria.

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