Mientras oficial mayor de padrón y licencias dice no da permisos, Jefe de Reglamentos hace operativos para detener, Regidores (Moisés Villaseñor) pagan folios e ingresan a vendedores a programas del DIF
Por Mauricio Lira Camacho
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En torno al presunto control para regular el comercio y a los vendedores, existe en el ayuntamiento un círculo vicioso difícil de erradicar.
En lo que va de la presente administración con Salvador González, ha proliferado la protección del comercio y vendedores ilegales.
Súbitamente en el inicio y seguramente durante los días fuertes del período vacacional de semana santa, han aparecido personas de escasos recursos provenientes del estado de Oaxaca pidiendo limosna a los turistas en el centro de la ciudad.
Llamadas marías, toman por asalto cruceros de la avenida Grandes Lagos en el exclusivo fraccionamiento Fluvial Vallarta.
En el crucero del Libramiento Carretero en horas de la mañana, es común observar la presencia de vendedores de enormes globos color amarillo, sin que el gobierno, a través de reglamentos con Alejandro Peña, haga algo al respecto.
El contexto es el siguiente, gente de fuera viene a Puerto Vallarta trabaja pidiendo limosna o vendiendo artículos sin permiso alguno.
El oficial mayor de padrón y licencias, Héctor Ortiz, afirma en charla informal, esa dependencia no otorga permisos.
El jefe de reglamentos Alejandro Peña, no está enterado del caso y asegura sí hay operativos.
La regidora priista Hortensia Rodríguez González, asegura el alcalde Salvador González, les dice todo está bajo control.
Pero luego, sale el regidor de Nueva Alianza, Moisés Villaseñor, pagando de su propia bolsillo los folios por las infracciones contra la gente que mendiga dinero y vende artículos, al grado que los ingresa a programas sociales dependientes del Sistema Para el Desarrollo Integral de la Familia, DIF.
Ante este panorama, Héctor Ortíz, señala, “respeto la postura del señor regidor Villaseñor”.
En tanto, marías y vendedores irregulares, harán de las suyas en temporada vacacional de semana santa y pascua, ante la pasividad de la actual administración.