El hombre que despedazó el récord mundial del alcoholímetro

*Que quede claro, no debería sentirse orgulloso, ni ha realizado una proeza digna de destacar; sin embargo, lo que ha hecho este hombre en realidad es atípico…

CIUDAD DE MÉXICO.

Rompió no solo el récord, sino la lógica del control de alcoholemia.

Que quede claro, no debería sentirse orgulloso, ni ha realizado una proeza digna de destacar. Sin embargo, lo que ha hecho este hombre en realidad es atípico.

Hace unos días les compartimos la multa actualizada en la CDMX por conducir bajo los efectos del alcohol, en la escala registrada por las autoridades, la cantidad de 2 gramos por litro de alcohol resultaba un límite difícil de alcanzar -además de peligroso- para cualquier persona normal.

Ocurrió en el Sur de Francia: un sujeto de origen vasco fue encontrado al volante con una cantidad inusual de alcohol en la sangre (una fiesta desmedida), ¡4.75 gramos de alcohol en la sangre!

La pregunta aquí es cómo el sujeto no entró en coma etílico, se dice que bastan 3 gramos por litro para perder la conciencia. El sujeto subió a su auto y después (afortunadamente) se detuvo para echar una siesta. La policía fue avisada que en la autopista A-89 un coche se había detenido por lo que acudieron a revisar la situación.

El hombre fue incapaz de soplar por lo que los policías lo llevaron al hospital más cercano, ahí le hicieron la prueba que arrojó su triste récord. La investigación arrojó que había recorrido 240 kilómetros en ese estado, al despertar el sujeto no sabía dónde estaba.

Curiosamente al sujeto sólo le han retirado la licencia por 6 meses, aunque entrará a juicio pues en Francia conducir en estado de ebriedad es considerado un delito.

ESTABA PERDIDO
El conductor, de 56 años, “no podía ni soplar. Estaba fatal”, declaró el gendarme que le hizo el control en el carril de emergencia de la autopista A-89, en sentido Burdeos-Perigueux, en un punto próximo a la localidad de Abzac.

Cuando el gendarme acudió a revisar el vehículo estacionado, se topó con un hombre dormido sobre el volante y que apestaba a alcohol.

Ante la incapacidad del conductor de soplar para el control, “los bomberos se lo llevaron al hospital para realizarle una prueba sanguínea”, agrega. Cuenta el oficial que el conductor apenas se acordaba de lo que había ocurrido, ni lo que había bebido.