Por Paty Aguilar
Una noche de pesadilla, y un día de arduo trabajo pasaron un buen número de habitantes de la hermosa comunidad turística Sayulita, enclavada en cerros que debido a las torrenciales lluvias que se precipitaron en la zona, se registraron varios derrumbes, además los drenes del agua pluvial de estos cerros, pasaron sobre varias casas construidas en la falda del cerro que se ubica en la entrada de la comunidad. El rio que atraviesa esta comunidad denominado, Estropajera, creció tanto que colapsó la placa del puente la cual quedó separada de ambos extremos.
El alcalde, Héctor Paniagua Salazar, se apersonó en la zona con el fin de buscar solución para la construcción del nuevo puente, del lugar no se movió, tampoco personal del Ayuntamiento, que estuvo a su lado, mientras que dentro de la comunidad de Sayulita, varias familias esperaban el apoyo de Obras Públicas para limpiar sus vialidades que se llenaron de lodo hasta casi un metro de altura luego que el río se desbordó y paso sobre la calle tamarindos ubicada del lado izquierdo del puente resquebrajado.
Al respecto, el presidente municipal, explicó que todas sus máquinas, propias y rentadas, 8 en total, estaban atendiendo los derrumbes de la carretera 200, ya que hasta ese momento, era prioridad habilitar la carretera 200 para el paso de vehículos, aunque reconoció que solo la SCT podría dar el visto bueno luego de que evaluara los daños ocasionados a lo largo de la misma desde Bucerías donde empiezan los dos carriles hasta Lo de Marcos.
Mientras las horas pasaban, realizamos un recorrido por la zona urbana por donde paso el río, los vecinos estaban angustiados y pedían que el alcalde pasara a revisar los daños que sufrieron, durante el recorrido, acompañamos al regidor, Ismael Duñalds quien estuvo tomando nota de las afectaciones y a quienes los vecinos le suplicaron que avisara al alcalde para que los apoyara.
En casi todas estas casas que sumaban como unas 40 las pérdidas de sus pertenencias fueron casi totales, ya que la crecida del río fue intempestiva, “no tuvimos tiempo de sacar nada” comentaron, “el agua nos daba arriba de la rodilla y ahora todo está lleno de tierra y lodo”. Según el regidor de esta demarcación, Rodrigo Peña, quien durante muchas horas estuvo acompañando al alcalde en el puente, informó que se había habilitado un salón de entretenimiento de Sayulita como albergue, pero, dijo, afortunadamente muchas de las personas damnificadas tenían parientes en el poblado y estas se habían ido a sus casas.
La solidaridad de un grupo de jóvenes de este poblado, que se organizaron para ayudar a las familias afectadas de las colonias La Compuerta y Patzcuarito, se manifestó luego de que un señor que se conoce como don Nacho, luego de caminar casi dos kilómetros para pedir ayuda, ya que dichas colonias están ubicadas en la parte alta de Sayulita, aledañas a la carretera que lleva a Higuera Blanca y el arroyo del lugar las había inundado, de inmediato estos jóvenes se dieron a la tarea de evacuar a familias completas, incluso a una señora de aproximadamente 80 años de edad la cargaron durante más de un kilómetro debido a sus enfermedades, tales hechos los narraron los jovencitos, Luis Ángel Rodríguez Carrillo de 18 años de edad y Luis Arturo Oliva Castillo de 16 años. Precisamente, estos jóvenes nos guiaron por toda la zona devastada por la creciente del río. “La corriente se llevó casas completas en La Compuerta y Patzcuarito, y aquí sobre la calle Tamarindos las casas están llenas de tierra hasta casi un metro, hay carros enterrados, vengan para que vean por favor y pidan al alcalde que nos ayude, no sé porque él está en el puente, cuando aquí la gente lo está necesitando” nos dijeron estos valientes jovencitos luego de nos acompañaron por toda la zona afectada.
En la parte alta de la zona centro también hubo inundación de aproximadamente 30 casas, debido a que una persona de Guadalajara, construyó su casa sobre el arroyo, dejando un muro, el cual desvió la corriente que pasó sobre la calle principal Revolución inundando dichas casas, así lo narraron dos señoras afectadas, que también pedían la presencia del alcalde, pero este nunca se movió del puente.