- Personal del rancho turístico Mi Chaparrita de Sayulita, al mando de Luis Verdín y con el apoyo de Protección Civil, cruzaron de un lado a otro a los pobladores de San Pancho a través de canopy, hasta un bebé fue transportado sobre los brazos de un joven experto en este deporte extremo
Por Paty Aguilar
“ocupamos de toda la sabiduría, tenemos que habilitar el pase lo antes posible, de aquí no nos movemos hasta que logremos comunicación al otro lado, mira nada más las aguas, hasta el cerro Vallejo, parece que con un cuchillo le abrieron allá arriba” dijo el alcalde, Héctor Paniagua Salazar, al llegar muy temprano este domingo por la mañana al puente de San Pancho que por la noche de este sábado 4 de septiembre se había caído debido a las torrenciales lluvias que provocaron la creciente de varios ríos y arroyos del municipio de Bahía de Banderas, entre ellos, este Río que se denomina Las Calabazas y que separa la comunidad de San Pancho de la carretera 200, y este puente era su único acceso.
Luego de inspeccionar el área, el presidente municipal, acompañado del director de Obras Públicas, de Protección Civil y Desarrollo Urbano y Ecología, y tras haber dado un mensaje de aliento a los pobladores a través de un altoparlante de una patrulla, empezó a dar instrucciones para que de inmediato se trabajara sobre el puente con maquinaria pesada para rellenar las áreas del puente que socavó la creciente.
Posteriormente, se comunicó con el personal del Rancho Turístico Mi Chaparrita de Sayulita, para que montaran sobre el río un canopy, o tirolesa o tirolina, el cual consiste de una polea suspendida por cables montados en un declive o inclinación. Se diseñan para que las personas sean impulsadas por gravedad y deslizarse desde la parte superior hasta el fondo mediante un cable, usualmente cables de acero inoxidable. Es una práctica común en ejercicios militares, pero están de moda en destinos turísticos y se les conoce como parte de los deportes extremos.
El administrador de este rancho, licenciado, Luis Verdín, bajo la supervisión de su padre, propietario de este centro recreativo y personal especializado, localizaron el área idónea para colocar dos cables tensados de un lado a otro, la maniobra les llevó aproximadamente una hora para colocar el primero y otra más para el segundo. Fue de esta forma que a través de arneses, los pobladores que estaban varados desde muy temprano empezaron a cruzar el río. Trabajadores del hospital y de centros turísticos, así como amas de casa, adultos mayores, hombres, niños, un bebé y personal del DIF Municipal que llevó víveres a los damnificados cruzaron de esta manera. Asimismo, a través de este mecanismo, los apoyos del DIF pudieron llegar a las personas damnificadas que viven sobre la rivera del río a quienes el agua del río les inundó sus casas.
El momento más emotivo del día se dio cuando un bebé fue trasladado al otro lado del río, hacía la comunidad; primero pasó su joven madre y enseguida, en brazos de un joven experto en este deporte, el bebé voló hacia su madre ante la mirada de ternura de todos, hombres y mujeres que esperaban cruzar el río.
Hasta las cuatro de la tarde, las personas seguían pasando hacia ambos lados del río, sin embargo, el licenciado, Luis Verdín señaló que dicho servicio se iba a mantener cuanto fuera necesario, como parte de la instrucción del alcalde y por solidaridad de parte de esta empresa turística con los habitantes de San Pancho. Cabe mencionar que estos jóvenes trabajaron de una manera profesional, bien entrenados, lo cual generó confianza en los pobladores y en todos los que vimos cómo montaron dichos cables.